Sesión 1: Los santos héroes de Fe

De Wiki Coprodeli
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
SANT0.JPG

PROPÓSITO

SANT1.JPG

El propósito de esta sesión emular la vida de las personas

que llevaron una vida heróica en favor de los demás.

INTRODUCCIÓN

SANT2.JPG

En Hebreos capítulo 11 encontramos una especie de salón de la fama de grandes creyentes de todos los tiempos. La principal cualidad que los une es justamente que pusieron, a lo largo de su vida terrenal, toda su confianza en el Señor, y por eso fueron capaces de hacer grandes hazañas, como los profetas, padres de la Iglesia o los grandes santos, como santo Tomás de Aquino, san Agustín, san Pablo. Hoy en día, muchos jóvenes consideran como santos o grandes a personas famosas o que tengan alguna capacidad sobresaliente, exitosos, millonarios, cantantes, tiktokers, influencers, futbolistas, modelos, aunque no hagan nada por los demás o su vida esté sumida en escándalos y conductas poco adecuadas.

Sin embargo, en la Biblia, se les otorga este título a aquellos que dedicaron su vida para servir a Dios. Es decir, lo que los hizo sobresalir no fue una característica que ellos tuvieran, ni una capacidad, ni un talento, ni nada de eso; lo que los hizo sobresalir fue su fe en el Señor más allá de toda circunstancia. Es por ello que son destacados y sus vidas sirven de ejemplo para todos los creyentes. Por ejemplo, la Madre Teresa de Calcuta, con poco dinero hizo leprosorios para acoger a personas que la sociedad detestaba, hizo orfanatos para los niños cuyos padres los abandonaron; Carlo Acutis, por el amor a Jesús divulgó su amor a la Eucaristía, utilizó las redes para que los jóvenes amaran más a Cristo y la lista es más larga. ¿Tú y yo qué hacemos? ¿Amamos a Cristo?

ECHA UN VISTAZO

Lee y reflexiona sobre el contenido de esta lectura:

Los Santos son personas de carne y hueso que cumplen la voluntad del Señor

Los santos son personas de carne y hueso como todos. Son hermanos y hermanas que viven como verdaderos cristianos en la historia cotidiana. Ellos cumplen la voluntad del Señor, entregan su existencia por el reino de los cielos, aman a Dios y al prójimo y viven con sencillez y humildad conforme a su propia vocación y condición de vida.

Hay santos anónimos que viven su santidad en el silencio y humildad de la cotidianidad.

La santidad es un don de la gracia de Dios en la vida de la Iglesia, por eso, a lo largo del año litúrgico, se celebran las fiestas o las memorias de los santos, como ejemplos de fe y testigos de vida cristiana. Sin embargo, el texto del libro de Apocalipsis, nos dice que, a parte de estos santos canonizados por la Iglesia, hay muchos más que gozan de la gloria del Señor: “una multitud inmensa que nadie puede contar”, “santos anónimos que han vivido la santidad del pueblo de Dios, en el silencio y humildad de los quehaceres cotidianos”.

SANT3.JPG

Para el papa Francisco los “santos de la puerta de al lado” son personas conocidas que dan testimonio de fe y vida cristiana. “Los santos de la puerta al lado, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios”, personas conocidas de toda edad y profesión, papás y mamás, familiares y amigos, que dan o han dado un claro testimonio de fe y de vida cristiana, entregada por la familia, la Iglesia y la sociedad.

Jesucristo nos enseña lo que significa ser santo a través de las Bienaventuranzas:

Esos hermanos hoy nos invitan a ser santos, a seguir sus pasos y a centrar nuestra existencia en la única y auténtica esperanza: Jesucristo, camino, verdad y vida. Él nos ha enseñado lo que significa ser santo a través de las Bienaventuranzas, el carné de identidad de todo cristiano y el camino a la verdadera felicidad. Por eso, vale la pena releerlos y meditarlos brevemente.

Dichosos los que tienen espíritu de pobre, los que tienen corazón de pobre y han hecho de Dios su único recurso y sustento, que son conscientes de los límites de creaturas; ricos no de las riquezas, el poder y la fama del mundo, sino de los bienes que no perecen.

Dichosos los afligidos, los que lloran y sufren por los males de este mundo, por las injusticias, la violencia, los conflictos y las guerras, los que trabajan por un nuevo orden de cosas según el plan de Dios.

Dichosos los mansos, los que vencen al mal con el bien, a la violencia con la no violencia activa, a la injusticia con la honestidad y que, al igual que Jesús, actúan como corderos en medio de lobos.

Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia de Dios. Hambre de ser justos como el Padre, de reponer la justicia en las situaciones concretas de injusticia y de defender los derechos violados e ignorados, en especial de los pobres, los indefensos y los excluidos, para que la sociedad sea espacio de fraternidad, de dignidad y de equidad para todos.

Dichosos los misericordiosos. Lo que harás con el mendigo que llega a tu puerta o que te cruzas por la calle, Dios lo hará contigo. Ser misericordiosos como Dios, es decir, sin límites, porque nosotros somos fruto de su amor ilimitado y gratuito. Esto implica también perdonar y reconciliarnos con los que nos han ofendido, condición indispensable para que Dios nos perdone y recompense.

Dichosos los limpios de corazón. Dios habita en los puros de corazón, en las personas trasparentes y sinceras, donde no hay doblez ni hipocresía, que escuchan el grito de dolor de los pobres, que hacen fructificar la Palabra de Dios y que viven el mandamiento del amor.

Dichosos los que trabajan por la paz, los operadores de paz, los que buscan lo que une y no lo que divide, los que creen en la fuerza de los medios pacíficos, en el diálogo, en el respeto y en la escucha del otro y no en los conflictos, los bloqueos, los vandalismos y las medidas de fuerza. Ellos serán llamados hijos de Dios y lo son en realidad.

“Dichosos los perseguidos por vivir el plan de Dios… Dichosos ustedes cuando sean insultados y perseguidos”. Perseguidos no por cualquier motivo, sino a causa de la justicia del Reino, a causa de la fe en Jesús, del evangelio y del compromiso por los pobres y marginados. Los cristianos hoy somos más perseguidos que los hermanos de la Iglesia primitiva por nuestra fe en Dios, muchos han derramado y derraman su sangre y tantos otros son denigrados por la tiranía de una cultura laicista e intolerante que “no nos reconoce porque no ha reconocido a Dios”. Para todos ellos, está prometida la perla preciosa del Reino de Dios.

Adaptado de https://www.iglesiaviva.net/2020/11/01/homilia-mons-sergio-gualberti-2/

CONÉCTATE

SANT4.JPG

Ahora, escucha a tu profesor con atención.r


Los santos son personas de carne y hueso que cumplen la voluntad del Señor. Muchas veces cuando pensamos en los santos nos imaginamos a seres extraordinariamente poderosos que tienen poderes especiales, es decir, a superhombres o supermujeres, inalcanzables en nuestros propósitos de alcanzar la santidad, a la cual todos estamos llamados.

Puede que nos imaginemos a personas que no tuvieron dificultades en su vida o que nunca pecaron. Pues no, fueron personas con dificultades propias de su época, recordemos las dificultades que le hizo pasar la princesa de Éboli, y que sí pecaron, pero que descubrieron la manera de levantarse y de buscar a Dios, a sus distracciones en la oración se refería a la cabeza como la loca de la casa, o San Pablo de matar cristianos a amar a Cristo.

Llamada universal a la santidad

“Todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre” («Lumen gentium» 11, c).

“El Divino Maestro y Modelo de toda perfección, el Señor Jesús, predicó a todos ya cada uno de sus discípulos, cualquiera que fuese su condición, la santidad de vida, de la que Él es iniciador y consumador. Sed pues, vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48. - Ibid. 40, a).

REFUERZA

SANT5.JPG

Mira el video, reflexiona sobre la santidad y comparte tus puntos de vista en la clase.

Santos de la puerta de al lado: https://www.youtube.com/watch?v=8GoV_qe3UzQ

Ahora, responde las preguntas.

  1. ¿Qué significa la fiesta de todos los santos?
  2. ¿Qué significa ser santos de la puerta de lado?
  3. ¿Los santos son personas de carne y hueso?
  4. ¿Los santos tuvieron días buenos y días malos? Explica tu respuesta en grupo.
  5. ¿De qué fueron capaces los santos en su época?
  6. ¿Cómo es amar a la manera de Dios?

ATERRIZA

SANT6.jpg

Luego de haber estudiado el tema, podemos sintetizar la información de la siguiente manera:

Cuando vemos a los jóvenes seguir a personas en Instagram o TikTok, habría que preguntarse si estos personajes hicieron algo por la humanidad, ayudan a los pobres o tienen su vida ordenada y digna de ser imitados o simplemente nos dejamos llevar por una moda o por el momento.

Recuerda que ser santos no es un mérito personal, Dios regala a cada persona una gracia especial. El hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, él nos regala la inteligencia, voluntad y libertad que nos hace capaces de corresponder a su AMOR.

COMPARTE

SANT7.jpg

Comparte esta oración con tu familia y reflexiona si después de esta clase te animarías a buscar la santidad.

¡Señor, que alegría pensar en este día! Tú me invitas a la santidad, Señor, y aquí me tienes con mi miseria y mi pequeñez dispuesto a seguir tu invitación. Padre bueno, ser santo exige esfuerzo y con la ayuda de tu gracia y de la fuerza de Tu Espíritu sé que es posible lograrlo porque no es una obra mía sino una obra tuya. Señor, gracias, porque en mi vida todo es un don de Tu amor y yo no quiero permanecer indiferente ante él ¡Ayúdame a renunciar a mi soberbia, a mi orgullo, a mis dependencias, a mi pecado! ¡Gracias, ¡Señor, por tu amor y misericordia!


Busca tu santo preferido a quien deseas imitar y concreta en qué aspectos de tu vida quisieras imitarlo cotidianamente. ¿Porqué?