Sesión 4: Termina el año y sigue la vida

PROPÓSITO El estudiante comprenda la importancia de llenar positivamente los ratos de ocio para preparar el futuro.

Introducción

Preguntar a los alumnos quiénes de ellos planifican lo que van a hacer en sus vacaciones y si esa planificación tiene repercusiones para su futuro.

Es fin de curso y para cerrarlo con broche de oro, los alumnos se encuentran en el matrimonio de Miguel y Sonia. Los amigos conversan sobre sus planes y como ir preparándose para lo que más quieren en la vida.

Lectura

Era el último día del año escolar. Estaban excitados, nostálgicos y llenos de entusiasmo. Había mucho que celebrar: empezaban las vacaciones, el año siguiente iban a ser los “reyes” del colegio, y encima de todo la clase entera había sido invitada al matrimonio de Sonia y Miguel al día siguiente donde iban a poder celebrar todo. Los alumnos recogían sus libros y otros objetos, intercambiaban direcciones de correo electrónico y los números SMS que aún no tenían.

Parecía que había demasiado que hablar antes de separarse para las diferentes ocupaciones que tendrían en el verano y no había que dejar escapar ningún detalle. Los profesores sonreían y las dificultades del año estaban olvidadas. A fin de cuentas el señor Pérez había llevado bien su colegio y todos lo reconocían. Al sonar la campana que los liberaba, salieron hordas de muchachos, saltando y gritando, y dándose espaldarazos que se oían a leguas. Al día siguiente, los amigos de la clase, algo más civilizados que el día anterior, se reunieron en la iglesia para presenciar el fin del romance entre sus profesores preferidos: Sonia y Miguel. Habían estado con ellos durante cuatro años y habían presenciado el progreso de ese romance. –No el fin del romance –había corregido Sonia–, ¡es el principio del resto de nuestras vidas!

Nuestros jóvenes estaban sentados todos en un grupo, a la derecha y hacia la parte delantera de la iglesia. Cuando empezó la música Miguel entró con su madre, a quien sentó en primera fila al lado de su esposo. Luego Miguel se quedó de pie esperando, mientras el órgano entonaba. De pronto hubo movimientos en la entrada de la iglesia; esto indicaba que la novia ¡estaba llegando! Era un momento de alegre excitación y Andrés, aliviando la tensión como siempre con una payasada le dijo a Ramón que estaba a su lado:

–Mira al pobre Miguel, ¿que estará pensando en el momento de desechar para siempre su libertad? Sofía que se encontraba del otro lado de Ramón volteó mientras decía:

–Desechando su libertad, ¡nada! ¡Está ganando todo! Ganando una vida, una familia…. –Ok, ok, perdona… estaba bromeando –aclaró Ramón.

En eso en el órgano sonaron los bellos acordes de la marcha nupcial y entró Sonia. Estaba preciosa con su sencillo vestido blanco y un corto velo que no escondía del todo su subido color y la radiante sonrisa que adornaban su cara.

Más de uno de sus alumnos, recordando partes de su curso de liderazgo, se preguntaban cuál de estos dos profesores sería el líder en ese matrimonio. Miguel, con su seguridad y tranquila firmeza, o Sonia, proactiva y llena de recursos verbales y atención a detalles. Ambos parecían encantados con el complemento que habían conseguido para avanzar hacia la realización de sus metas en la vida.

• * *

Una vez en el salón de fiestas la conversación versó sobre los planes de cada uno cara al futuro y para este verano. Sus planes eran tan variados como sus personalidades. –Les tengo casi lastima a los que hoy se graduaron –dijo Andrés a Carlos–. Ahora tienen que resolver que van hacer. Es una responsabilidad y sé que el año que viene vamos a tener que enseriarnos porque mira que la vida nos viene encima y si nos vamos a casar un día… hay mucho que hacer entre ahora y eso.

Andrés, luego de su conversación con Elena y de su partida, veía, como nunca antes en su vida, que el futuro era algo mucho más concreto y real. Los fantasmas de la partida y del soñado regreso de su padre se habían disipado, junto con la rabia y el sentirse víctima de su adolescencia. Andrés se sentía libre de ese peso y libre para construir su propia vida. Esa vida que se tenía que construir según una visión. Su visión era positiva, y sus metas estaban empezando a incluir el tipo de mujer con quien quería compartir su vida y sus ideales.

Todo esto se traslucía detrás de una frase sencilla que había verbalizado y que Carlos había entendido sólo en parte: –Sí, la verdad. Por eso voy a trabajar. Tengo que empezar a ahorrar en serio para la Universidad. Si uno quiere aprovechar bien esos años, hay muchos gastos inesperados.

Entre la música y los saludos, el grupo de amigos intercambiaban mensajes y sus planes para el verano. Alicia había conseguido más ayuda para el patio y muchos adultos se estaban interesando en responsabilizarse para el reparto de comida. Alicia había empezado una operación de alianza con Amigos Solidarios para llevar cosas al otro barrio, mucho más necesitado que este, y Rolo y su grupo llevarían esta iniciativa a niveles más profesionales.

Álvaro, Carlos y con varios más, estaban aprovechando la fiesta para conseguir todos los recursos posibles para fundar un equipo de Rugby para los niños de diez a catorce años. Habían intentado comprometer a Miguel en este proyecto pero sus esfuerzos habían fracasado ya que Miguel sólo tenía ojos y sus pensamientos para Sonia. No les había quedado más remedio que apoyarse en otros amigos, por ejemplo, tenían a Mateo totalmente acorralado para ayudarles en eso. Mateo por su parte mostraba estar contento de que lo acorralaran. Esto había avivado en Martina admiración y aprobación. Seguro que iba por el buen camino con estos amigos firmes y decididos.

El verano pintaba muy interesante, y era mejor así, porque el año siguiente les tendría preparadas unas experiencias y aprendizajes que hoy no podían ni imaginar. Las amistades que en este año se habían consolidado a la par de sus caracteres, iban a formar un equipo que cambiaría las vidas de muchos. (Cap. 35 Libro Aprendiendo a Querer 11).

Escucha ahora la explicación del profesor

El descanso no significa no hacer nada

El período de estudio nos somete a un ritmo constante de actividades que exigen de nosotros disciplina, atención, concentración, método para trabajar y una buena dosis de motivación y responsabilidad.

Por estas características es natural que el período de vacaciones surja como un espacio de descanso, pero el descanso no significa estado de “hibernación” o inactividad total. El período de vacaciones significa un cambio de ritmo en la actividad y en el tipo de actividad que se realizará. El tiempo de ocio es una oportunidad para realizar aquellas actividades en las cuales por ser hábiles disfrutamos o, por el contrario, nos da la oportunidad de aprender nuevas habilidades y descubrir nuevas aficiones. El saber pasar el tiempo en aficiones provechosas puede abrir al joven a un mundo nuevo de valores y a decidir sobre que elegir. Distraerse, saber descansar o encontrar satisfacción en el conocimiento fomentan la madurez de la personalidad y momentos de disfrute que renuevan a la persona.

Resumen

Beneficios saber descansar

Saber descansar, saber elegir actividades gratificantes con un fin pedagógico (entiéndase como crecimiento humano y no sólo académico) nos permite identificar y clarificar los propios intereses, objetivos y valores personales. En consecuencia nos permitirá conocernos mejor y definir nuestras opciones y decisiones. Las actividades de ocio son una oportunidad para desplegar las habilidades que se tienen y realizarse como persona a partir del descubrimiento de nuevas habilidades o inquietudes o confirmando aquellos anhelos de siempre ahora llevados a la práctica. Para descansar los adolescentes deben entender que necesitan una actitud crítica. Ante tantas ofertas de diversión pueden elegir o bien una actividad que fomente el desarrollo personal o por el contrario una actividad que los confunda y aleje de sí mismos.

Actividad para la casa

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