Sesión 1: ¿Cuánto tiempo en las redes?
PROPÓSITO
Identificar las consecuencias positivas y negativas que puede tener en la salud y el rendimiento escolar el mal uso de las redes sociales y el excesivo uso de los juegos electrónicos en las redes.
INTRODUCCIÓN
Las redes sociales llegaron a nuestra vida con la finalidad de estar comunicados con nuestros familiares y amigos. Al inicio, ese fue el uso que los usuarios les dieron, pero, con el paso del tiempo, han excedido los límites, más aún en la época de la pandemia, ya que ninguno de nosotros estuvimos preparados para manejar esta nueva situación de trabajo virtual/remoto, un presupuesto extra para el internet en casa, nuevos equipos para facilitar las clases a distancia, trámites en línea, más tiempo en casa lógicamente conectados por medio de las redes con el resto de la familia, con los jefes, con los estudiantes y padres de familia; en fin, todo lo que trajo consigo este virus del Covid-19. En todos los cambios y necesidades que significó la virtualidad, también se ven excesos y dependencia en las redes, y la navegación excesiva por los lugares menos indicados en las redes; es un tema de salud mental que se debería prestar atención.
Facebook, Twitter y recientemente Instagram se convirtieron, más que en una herramienta de comunicación, en un mal hábito debido al tiempo que les dedicamos y porque descuidamos relaciones personales; pero ¿qué tanto puede afectarnos?
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Este artículo demuestra la preocupación por el bienestar de los niños, niñas y adolescentes ante el incremento del tiempo que pasan frente a las pantallas. Leamos atentamente.
Nueva York/Lima, 9 de febrero de 2021. Bajo la sombra de la Covid-19, la vida de millones de niños y jóvenes ha quedado limitada a sus hogares y sus pantallas. Para muchos, internet se convirtió rápidamente en la única forma de jugar, socializar y aprender.
Si bien la tecnología y las soluciones digitales ofrecen oportunidades considerables para que los niños sigan estudiando y se mantengan entretenidos y conectados, estas mismas herramientas pueden aumentar su exposición a numerosos riesgos. Incluso antes de la pandemia, la explotación sexual en internet, los contenidos dañinos, la desinformación y el ciberacoso ponían en peligro los derechos de los niños, así como su seguridad y su bienestar mental.
En el caso de los niños que ya padecen distintos tipos de sufrimiento tanto en internet como en el mundo real, pasar más tiempo delante de las pantallas podría haber agravado su situación. El cierre de las escuelas, el distanciamiento físico, la disminución de los servicios disponibles y la creciente presión que soportan las familias vulnerables han alterado y reducido algunas de las medidas de protección con las que contaban.
Al mismo tiempo, la salud física y emocional de los niños es cada vez más preocupante, y existen pruebas que sugieren que pasar más tiempo en internet conlleva realizar menos actividades al aire libre, reduce la calidad del sueño, aumenta los síntomas de ansiedad y fomenta hábitos de alimentación poco saludables.
Situación en el Perú
En el Perú, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) (en su informe “Estadísticas de las Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares”) que comparó los trimestres del julio, agosto y septiembre del 2019 con los del 2020, se llegó a la conclusión que la población de niñas, niños y adolescentes es la que ha incrementado el uso del internet. En el caso de niños y niñas de 6 a 11 años pasó de un 41,1 % en el 2019 a 69,8 % en el 2020. En relación con el grupo de 12 a 18 años pasó de 77,4 % a 85,7 % en el mismo periodo.
Cabe mencionar también el caso de quienes se conectan a internet a través del celular. De acuerdo con el mismo informe, el 77,9 % de los adolescentes de 12 a 18 años lo hizo, mientras que el 59 % de los niños de 6 a 11 años utilizó este mecanismo durante el 2020. En ambos casos hay un incremento en relación con el 2019 de más de 10 puntos porcentuales.
Recomendaciones
A medida que nos adentramos en el tiempo de la pandemia, no cabe duda de que internet y las tecnologías seguirán desempeñando un papel importante en la vida de millones de niños. El Día para una Internet más Segura nos brinda la oportunidad de reimaginar un mundo en el que internet sea un lugar más seguro para los niños y donde se dé prioridad a su bienestar físico y mental. Para ello, es preciso:
Trabajar con los gobiernos para formar a los trabajadores de la salud, la educación y los servicios sociales sobre los efectos que la Covid-19 puede tener sobre el bienestar de los niños, incluidos los riesgos adicionales que plantea internet; así como reforzar los principales servicios de salud mental y protección infantil con el fin de garantizar que sigan activos y disponibles durante y después la pandemia. Velar porque la industria de la tecnología y las redes sociales garanticen que en las plataformas de internet existan medidas de seguridad y protección mejoradas a las que puedan acceder con facilidad los maestros, los progenitores y los niños.
Trabajar con los aliados del sector público y privado a fin de ampliar las inversiones en contenidos y tecnologías seguras que promuevan una educación de calidad y el desarrollo de habilidades a través de iniciativas como Reimaginar la Educación y GIGA.
Dar apoyo a los progenitores para que ayuden a sus hijos a entender los riesgos que plantean internet y las tecnologías digitales, así como a estar atentos a cualquier indicio de sufrimiento que pueda aparecer como resultado de su actividad en la red.
En las escuelas, ofrecer a los niños acceso continuado a los servicios escolares de orientación (también en formato virtual) y políticas que regulen asuntos relacionados con la salud mental y la protección de la infancia.
Para los propios niños, niñas y adolescentes, prepararse para un mundo posterior a la Covid-19 más amable y conectado implica tratar de encontrar el equilibrio entre internet y el mundo real, promover relaciones seguras y positivas con las personas que los rodean, y contar con acceso a la ayuda que necesitan.
CONECTA
Respecto al Covid, el profesor Cesar Matías hace la siguiente reflexión. Escuchemos con atención:
El 51 % de la población mundial, en promedio, los usuarios de internet en todo el mundo pasan 144 minutos en redes sociales todos los días; este dato se ha extraído antes de la pandemia, con los dos años de hacinamiento a nivel mundial te imaginas cómo se ha incrementado el uso de este recurso en los menores de edad.
Hay otras preguntas que también podríamos revisar. Te invito a que investigues y las respondas:
- ¿Cuánto tiempo le dedicas a las redes sociales: teléfono móvil vs. PC de escritorio?
- ¿Con qué frecuencia una persona revisa su teléfono móvil?
- ¿Qué rango de edades tienen los usuarios en las redes sociales?
- ¿Cuáles son las redes sociales más utilizadas?
- ¿Qué sabes de Pinterest, YouTube, LinkedIn, Twitter, Tiktok, WhatsApp, Snapchat?
Muchas de las personas pasan horas en las redes sociales y, en su mayoría, pierden el tiempo, no lo saben distribuir; ahora te damos algunas indicaciones de cómo darle bue uso a las redes sociales:
- Reducir tiempo de uso de redes sociales y de objetos tecnológicos a una o dos horas por día.
- Definir en familia espacios libres de aparatos electrónicos.
- Educar en mecanismos de autorregulación para equilibrar las actividades en línea con las actividades offline.
- Hablar con una persona mayor en casa sobre el uso y las recomendaciones de internet.
- Trabajar en la comprensión de las consecuencias de lo que se hace o se dice en la web.
- Instruirse en el buen uso de internet y redes sociales.
- Crear una lista de reglas en casa sobre los sitios a los que puedes acceder, tiempos de uso, horarios, contenidos.
- Ubicar las computadoras en lugares comunes (salas de estar) e instalar herramientas de filtros de contenido, en fin, tantos otros consejos que se podrían seguir dando, dejo a su consideración que sean responsables y logren sus metas.
REFUERZA
Veamos el siguiente video:
¿Debe limitarse el tiempo que los niños dedican a las pantallas?: https://www.youtube.com/watch?v=mDuBZ1u3SyI&t=73s
Comenta en el aula:
¿En los años 80 qué medio predominaba en la sociedad?
¿Qué pasó después de tres décadas?
¿Cuál es la tendencia en cuanto al uso de las redes?
¿Qué efectos está causando en niños y adolescentes?
A tu edad, ¿cuánto tiempo como máximo se debería dedicar al uso de los equipos?
¿Quién tiene el control?
ATERRIZA
Desde donde estamos recuerden que podemos promover lo siguiente:
- Trabajar con los gobiernos para formar a los trabajadores de la salud, la educación y los servicios sociales sobre los efectos que la Covid-19 puede tener sobre el bienestar de los niños, incluidos los riesgos.
- Trabajar con los aliados del sector público y privado a fin de ampliar las inversiones en contenidos y tecnologías seguras que promuevan una educación de calidad y el desarrollo de habilidades a través de iniciativas como reimaginar la educación.
- Apoyar a los progenitores para que ayuden a sus hijos a entender los riesgos que plantean internet y las tecnologías digitales.
- En las escuelas, ofrecer a los niños acceso continuado a los servicios escolares de orientación (también en formato virtual).
Para los propios niños, niñas y adolescentes, prepararse para un mundo posterior a la Covid-19, lo cual implica tratar de encontrar el equilibrio entre internet y el mundo real, promover relaciones seguras y positivas con las personas que los rodean y contar con acceso a la ayuda que necesitan.
COMPARTE
Este tema es muy importante, por ello, reflexiona y comparte con tus amigos de clase la forma de reemplazar esos momentos que se pasa en las redes por otras actividades manuales, físicas o intelectuales, pero lejos de las pantallas.
¿Cuál sería tu compromiso?
¿Te propones liderar una campaña a favor del arte o la lectura?
Crea un afiche para brindar algunas recomendaciones sobre el uso debido de las redes sociales y sobre cómo aprovecharlas en las actividades de investigación de tu colegio. Luego publícalo en tus redes sociales.