Sesión 2: Cuidamos de Nuestro Salud Física y Emocional

PROPÓSITO : En esta experiencia buscaremos fortalecer nuestras habilidades socioemocionales y generar acciones de autocuidado para nuestro bienestar y la de los demás, para desarrollarnos en un entorno de convivencia saludable y de buen vivir.

INTRODUCCIÓN

Tendemos a pensar que cuidarse por fuera es sinónimo de estar sano, pero lo cierto es que va más allá: la buena salud es la combinación de la salud física y la salud emocional. Y trabajar estos dos niveles de forma conjunta es la base para sentirnos mejor.

El contexto en el que vivimos ha hecho que algunos de nuestros hábitos saludables se vean afectados tanto en la salud física como emocional.

Ahora más que nunca necesitamos practicar los buenos hábitos para fortalecer nuestras defensas, desarrollar una vida saludable y protegernos.

ECHA UN VISTAZO

Llegó el momento de leer:

Debes saber que la salud física se relaciona con los estados mentales y emocionales, por ello se suele decir que cuerpo y mente se relacionan. Al contar con una salud física en buen estado se obtiene también una buena salud mental y emocional. La salud mental y emocional deben estar en armonía con la salud física porque en gran medida el hecho de que una persona se sienta bien y lo demuestre es sinónimo de que es consciente de que está en buen estado. Además, la creatividad, espontaneidad, disciplina, autoestima y seguridad personal dependen del estado mental y emocional de las personas.

Nuestro estado de ánimo o salud emocional tiene un efecto sobre el cuerpo porque el cerebro está conectado al sistema inmune y afecto, de forma negativa o positiva, sobre él.

La autoestima o autoconfianza: No nos vemos siempre como nos ven los demás. Es importante conocernos, saber cuáles son nuestras limitaciones, aceptarlas, y sobre todo potenciar nuestras capacidades. Para ello, pregunta a las personas que mejor te conocen, familia, amigos... para que te indiquen qué es lo que más aprecian de ti, y con esa información que obtienes potencies los campos que ellos destacan.

No dejarte llevar por los estados de ánimo negativos: Trabaja la respiración consciente, inhalar profundamente y exhalar de manera controlada. Este tipo de ejercicios respiratorios nos ayuda a relajarnos.

Proyectar la serenidad mental al estado físico: Detectar los momentos en los que la tensión nos afecta físicamente, lo que se conoce como conciencia corporal, para que a través de técnicas como el yoga encontrar el equilibrio y evitar que el estado de la mente afecte al cuerpo o que la tensión sufrida en nuestro cuerpo afecte nuestro estado mental.

Participar en actividades solidarias: Nos sentimos mucho más felices si estamos abiertos a los demás. Te sentirás mucho mejor si te centras hacia fuera, escuchando, ayudando, colaborando con los demás, que centrándote en ti mismo.

Seguro hay momentos en los que te sientes cansado, desmotivado o con dolores de cabeza o cuerpo, o simplemente no tienes ganas de hacer tus responsabilidades. Eso es porque seguro tu salud física y emocional no están del todo bien.

CONÉCTATE

Atentos a la explicación del profesor:

Bien, chicos, sabían que para mantener tu salud física y emocional estable es necesario que sean responsables, y constantes, por lo que es importante aquí algunas recomendaciones:

REFUERZO

Mira este video, luego socializa en el salón de clase para contestar las preguntas:

Ejercicio físico-Cuidado del cuerpo: https://www.youtube.com/watch?v=EM8gIByz-VE

1. ¿Cuáles son los factores que influyen en la buena salud física y mental?

2. ¿Por qué es importante el control médico para la salud?

3. ¿Crees que es importante, a tu edad, hacer ejercicios?

4. ¿Cuáles son los ejercicios que te proponen en el video?

5. ¿Cuál de ellos los ejecutarás?

ATERRIZA

Así que ya saben, si quieren estar sanos y cuidar el vínculo entre salud emocional y física, deben trabajar desde el cuerpo y la mente a través de hábitos de vida saludables y ejercicio físico:

COMPARTE

Ahora practica una actividad y considérala en tu rutina diaria. No te olvides motivar a los miembros de tu familia a participar en ellas.

RECUERDA: definir un horario y averiguar quién de tu familia te puede acompañar a hacer los ejercicios que propusiste.