Sesión 4: Mi apostolado en la Parroquia
PROPÓSITO
izquierda|200px El propósito de esta sesión promover a la participación e integración activa del estudiante en la parroquia del barrio.
INTRODUCCIÓN
En una parroquia fuimos bautizados, hicimos la Primera Comunión, la Confirmación y nuestros padres recibieron el sacramento del Matrimonio. Los momentos especiales de nuestra dimensión religiosa lo hicimos en la parroquia a la que pertenecemos físicamente. Es normal que, si es nuestra parroquia, porque está cerca de nosotros, en el barrio, acudamos con frecuencia para vivir la Santa Misa y /o nos sumemos a los grupos de la pastoral: podemos ser catequistas, voluntarios, parte del coro o de Cáritas.
Somos hermanos entre nosotros por el bautismo, hijos de un mismo Padre. Somos familia. Es bueno que conozcas un poco más tu parroquia. Sé que te suena raro, pero la historia de Dios con los hombres es una historia de amor. Por eso, cuando empezamos a conocerla, más queremos conocer.
ECHALE UN VISTAZO
Lee esta lectura y reflexiona sobre tu participación en la parroquia.
1.º ¿Conoces la historia de tu parroquia? ¿Cuándo se construyó? ¿Quién la construyó? ¿Quiénes fueron los primeros sacerdotes? ¿Los primeros catequistas? ¿Cuál fue el primer bautizo o la primera boda que se celebró? Hay mucha historia por descubrir y tú formas parte de ella. La parroquia nos acompaña en los momentos más importantes y también más cotidianos de nuestra vida.
2.º ¿Conoces cuántos grupos hay? Niños, jóvenes y adultos tienen, al menos, una hora semanal en la parroquia, y van conociendo cada día mejor a Jesucristo. Forman su fe porque hoy es más necesario que nunca dar razón de nuestra esperanza. ¿Por qué creo? ¿Para qué creo?
3.º Quizá, perteneces a una parroquia muy pequeña, pero esto sirve para una parroquia grande y, también, para una que no lo es tanto. ¿A cuántas personas visita el sacerdote a la semana? ¿O el grupo de Cáritas? ¿Y las personas que acompañan a los enfermos?
4.º Y todo esto, ¿para qué? A lo mejor, tú puedes colaborar en alguna actividad en tu parroquia. Puedes dar catequesis, visitar a personas mayores, recibir también catequesis y profundizar en la fe.
5.º Tal vez, eso de sentarte en una reunión no va contigo. Hoy, por ejemplo, hay templos que, desgraciadamente, no se pueden abrir. Los sacerdotes no pueden llegar a todo y es importante que haya templos abiertos donde poder rezar, donde encontrarse diariamente en silencio y orar… Tú podrías ofrecerte para estar pendiente del templo y de sus visitantes una hora al día, o a la semana, o cuando puedas. Será un gran y valioso servicio.
6.º ¿Tampoco rezar? Fíjate qué importante. Rezar por tu parroquia, por los niños que van a recibir la primera comunión este año; los jóvenes que recibirán el sacramento de la confirmación; los que se van a casar; o por los que han fallecido… Rezar para que la parroquia sea en medio de tu barrio o de tu pueblo un lugar de puertas abiertas, un lugar de misericordia y de esperanza.
7.º Colaboradores voluntarios de Cáritas, de Manos Unidas… ¡Hay tanto por hacer! ¡Tanta necesidad material y espiritual! ¡Tanta falta de consuelo y de esperanza! La mayor de las virtudes es la caridad. En nuestra parroquia tenemos que vivir con fortaleza en la fe, con seguridad en la esperanza y con constancia en el amor. Hacer de la parroquia un lugar cercano, cálido… Una parroquia de puertas abiertas.
8.º Igual que en nuestras casas, también la casa de nuestra familia en la fe tiene unos gastos mensuales: luz, agua, teléfono, limpieza de salas de catequesis, calefacción, entre otros. Quizá se necesita alguna reforma: tejados u otras obras de mantenimiento. ¿Te has interesado alguna vez por esta cuestión? ¿Conoces el presupuesto anual? ¿Conoces los gastos y los ingresos? ¿Qué se puede estar necesitando? También es nuestra casa y las necesidades de nuestra familia.
9.º En el tema económico también puedes ayudar. Con mucho o con poco. Esporádica, mensual, trimestral, semestral o anualmente.
Adaptado de https://www.portantos.es/como-puedes-colaborar-con-tu-parroquia
CONÉCTATE
Escucha a tu profesor o profesora con atención.
Sabemos que los apóstoles tuvieron que pasar muchas dificultades cuando comenzaron a formar la Iglesia. Fue su amor a la Cruz y la gracia del Espíritu Santo lo que los mantuvo firmes en propagar la fe en las primeras comunidades cristianas.
Pero el éxito de estas primeras comunidades no fue solo gracias a la acción de los apóstoles, sino de toda la comunidad, donde todos tuvieron un rol activo. Precisamente porque en el plan de Dios todos aportamos. ¿O crees que habría bastado con que aquellos que escucharon a Pedro retransmitir las palabras de Jesús se quedasen quietos? ¿O que luego de comer el Pan de Vida solo regresaran a casa? ¡Seguramente no!
Entonces, ¿no deberíamos todos tomar ese rol de ayudar en la misión de nuestra comunidad cristiana, de nuestra parroquia? Los contextos históricos de hoy son distintos a los de hace 2000 años, pero aún hoy se sigue trabajando muy duro en propagar la fe. Desde nuestra parroquia podemos hacerlo. Ella necesita de nosotros más de lo que creemos.
Si saber esto te inquieta o ya desde hace rato has escuchado ese llamado, pero por temor, prejuicios o desconfianza en ti mismo no lo has hecho, te presento estos 4 consejos:
- Ora
- Descúbrete
- Habla con tu párroco
- Conoce los grupos parroquiales
Adaptado de https://catholic-link.com/que-puedo-hacer-parroquia-servicio/
REFUERZA
Observa atentamente el video y luego responde las preguntas.
¿Cuál es la diferencia entre Parroquia e Iglesia?: https://www.youtube.com/watch?v=rBQgH_3bxgU&t=342s
- ¿Qué es una parroquia?
- ¿Qué es una Iglesia?
- ¿Sabes el nombre de la Iglesia de tu barrio?
- ¿Qué grupos existe en una parroquia?
Resumen
¿Quiénes integran una parroquia?
La misma Instrucción explica cuál es el rol de todos los que integran una comunidad parroquial:
Párroco.
El oficio de párroco comporta la plena cura de almas y, en consecuencia, para que un fiel sea designado válidamente párroco, debe haber recibido el Orden del presbiterado [90], excluyendo cualquier posibilidad de nombrar a quien no posea este título o las relativas funciones, incluso en caso de carencia de sacerdotes.
Vicario parroquial.
Puede darse la posibilidad de que un sacerdote sea nombrado vicario parroquial y encargado de un sector específico de la pastoral (jóvenes, ancianos, enfermos, asociaciones, cofradías, formación, catequesis, etc.), “transversal” a diferentes parroquias, o para desempeñar todo el ministerio, o una determinada parte del mismo, en una de ellas.
Diáconos.
Los diáconos son ministros ordenados, colaboradores del Obispo y de los presbíteros en la única misión evangelizadora con su tarea específica, en virtud del sacramento recibido, de «servir al pueblo de Dios en la diaconía de la liturgia, de la palabra y de la caridad».
Las personas consagradas.
Dentro de la comunidad parroquial, en numerosos casos, hay personas que pertenecen a la vida consagrada. La contribución de las y los consagrados en la misión evangelizadora de la comunidad parroquial deriva en primer lugar de su “ser”, es decir, del testimonio de un seguimiento radical de Cristo, mediante la profesión de los consejos evangélicos; y solo secundariamente también de su “hacer”, es decir, de las acciones realizadas conforme al carisma de cada instituto (por ejemplo, catequesis, caridad, formación, pastoral juvenil, cuidado de los enfermos).
Laicos.
La comunidad parroquial está compuesta especialmente por fieles laicos, los cuales, en virtud del bautismo y de los otros sacramentos de la iniciación cristiana, y en muchos también del matrimonio, participan en la acción evangelizadora de la Iglesia.
Hoy se requiere un generoso compromiso de todos los fieles laicos al servicio de la misión evangelizadora, ante todo con el testimonio constante de una vida cotidiana conforme al Evangelio, en los ambientes donde habitualmente desarrollan su vida y en todos los niveles de responsabilidad; después, en particular, asumiendo los compromisos que les corresponden al servicio de la comunidad parroquial.
Encargos y ministerios parroquiales.
Existen algunos encargos estables, por los cuales los fieles acogen la responsabilidad, por un cierto tiempo, de un servicio en la comunidad parroquial. Se puede pensar, por ejemplo, en los catequistas, ministros y educadores que trabajan en grupos y asociaciones; en los agentes de caridad, en aquellos que se dedican a los diferentes tipos de consultorios o centros de escucha y en aquellos que visitan a los enfermos. Los fieles laicos, a norma del derecho, pueden ser instituidos lectores y acólitos en forma estable, a través de un rito especial. El fiel no ordenado puede asumir la denominación “ministro extraordinario”. https://desdelafe.mx/noticias/iglesia-en-el-mundo/que-es-una-parroquia-y-quienes-la-integran/
Actividad para la casa
Después de este tema es importante que te comprometas ¿Cuál será tu compromiso con la parroquia de tu barrio? ¿Serás catequista o acólito o voluntario?