Ciclo C 2021 Adviento Domingo 2
Vivimos tiempos difíciles, como en la época de Cristo: Herodes el Grande, grande en la política, en obras y en maldades. Dividió el Reino a sus 4 hijos que fueron menos grandes de que El, pero igual de malos.
Algo parecido pasa entre nuestros políticos. Mientras tanto el pueblo sufre la carestía, la falta de trabajo, la inseguridad, la desunión familiar, la enfermedad... y la falta del sentido de la vida, de fe.
Dios que es misericordioso, se compadeció de aquella humanidad y quiso salvarla, liberarla.
Por eso envió a su Hijo a la Tierra, con forma humana, para vivir y actuar entre los hombres como Salvador del hombre y redentor de la humanidad.
Pero había que hacer las cosas a la medida de los hombres, sin forzar nuestra humanidad, nuestra libertad. Por eso necesitaba de apoyos humanos y suscitó a Juan el bautista al que llamó y le formó desde niño, le consagró profeta y dio la misión de que preparase los caminos del Señor: empezó a convocar al pueblo predicando la conversión para el perdón de los pecados...
También hoy Cristo necesita de hombres como Juan que abran sus oídos a la llamada de Dios, se formen en las enseñanzas de la Escritura y de la Fe de la Iglesia, sean consagrados o acreditados por la Iglesia y reciban la misión de despertar del sueño al pueblo de Dios que esta adormecido y deprimido y necesita de quien le despierte del sueño del pecado y le lance a un camino de conversión, a un proyecto de vida que tenga como resultado una vida arreglada, una familia unida en el amor, un Barrio donde de gusto vivir y un país justo y en paz.
Animo. Empecemos por nosotros mismos.