Sesión 4: Buscando una auténtica ayuda
PROPÓSITO El estudiante aprende cuales son las requerimientos mínimas para la instalación de programa a utilizar en clase para la edición de los vídeos.
Introducción
¿Cuales son las características mínimas para que el programa funcione?
Lo primero que se debe de ver son los requerimientos mínimos
que el programa requiere y de esta manera el programa se
ejecute de manera optima en el ordenador.
Lectura
–Un momento, señor –interrumpió Bárbara–. Una vez oí por televisión que un doctor decía que como el «feto» depende de la madre, en realidad no se puede hablar de una nueva vida, sino de una parte del cuerpo de ella. Como la madre es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo, ella puede... «interrumpir su embarazo» sin problemas. No está matando a nadie. –Sabes, Bárbara, eso no es ni cierto ni tiene base científica –respondió Alfredo comprensivo–. Lo que sucede es que detrás del aborto hay un gran negocio. Es realmente el negocio más sucio del mundo, junto con el nar - cotráfico. Los abortos son negocio y buscan su “venta” haciéndolo pasar como una “ayuda”. Pero el dolor que causan, no sólo a la vida que eliminan, sino a la mujer, no les importa para nada. –Pero como al resto de la gente sí nos importa la vida y normalmente no queremos asesinar a nadie –complementó Sonia–, ellos nos tratan de engañar, disfrazando sus acciones de «científicas» y utilizando argumentos sentimentales y un vocabulario especial para suavizar el concepto, como la que usaste de «interrumpir» un embarazo, como si existiera la posibilidad de volverlo a echar a andar. Y que es “parte del cuerpo de la mujer”… Mira, por ejemplo, lo que dice este libro al respecto: ...el hecho de que en una determinada fase de su vida el hijo necesite el ambiente del vientre materno para subsistir no implica que sea una parte de la madre. Desde la fecundación tiene ya su propio patrimonio genético, distinto del de la madre, y su propio sistema inmunológico diferente también del de la madre, con quien mantiene una relación similar a la del astronauta y su nave: si saliese de ella moriría, pero no por estar dentro forma parte de la nave. Bárbara se sintió acorralada. –¿Y qué solución proponen? –exigió haciéndose la ofendida. –Bueno –contestó sin perder la paz Sonia–, si la situación realmente es tan difícil, siempre cabe la posibilidad de dar al niño en adopción. –¡Eso sería terrible! –saltó Bárbara de su asiento–. Sería un crimen. ¿Cómo una madre podría tener un hijo y regalarlo? Es algo desnaturaliza - do. Para eso... mejor no tenerlo. –Médicamente hablando lo que más se parece a un crimen es abortar –dijo Alfredo–. Esa criatura ya vive. No tienes que oírlo llorar para darte cuenta de eso. Basta verlo en el ecógrafo. Se hizo un silencio incómodo. Bárbara enfiló enojada y derrotada hacia la puerta. –Bueno, hagan lo que quieran –dijo despectiva–. Allá ustedes si le complican la vida a esta pobre chica... yo me voy. Cuando Bárbara salió se notó una distensión en el ambiente. De todas formas la presión sobre Lucía había sido mucha. Sonia se dio cuenta. –Creo que mejor vamos a que descanses un rato –le ofreció–, ¿quieres, Lucía? Lucía asintió mecánicamente. Ambas subieron al segundo piso de la casa. Entonces Andrés y Betty entraron en la sala. –Parece que la ayudamos –dijo con emoción Betty. –Hay que esperar –contestó pensativo Alfredo. –¿Cómo puede ser que una mujer llegue al extremo de pensar en matar a su hijo? –preguntó Andrés mientras se acomodaba junto a Elena. –Simplemente piensa en Lucía –le propuso su tío–: un error, la carencia de afecto, una idea errada de la sexualidad y se termina en un embarazo sin el contexto adecuado. La gente cree que insistir en el matrimonio como parte fundamental de la sexualidad es una exageración... hasta que se topan con esto y no saben ya qué hacer. Muchas mujeres son dejadas solas. El misterio de la vida, que debería llenar de alegría, en vez, de angustia y temor. Lucía está teniendo una batalla interior terrible: sabe que su hijito sigue creciendo, pero al mismo tiempo piensa en sus propios padres que ella cree que se enojarán, en su novio que la dejó, y en la sociedad, que la aislará. La sociedad tiene gran peso: primero invita a «liberar impulsos» para luego recriminar a la mujer y dejarla sola. Alfredo sentía que se había hecho médico precisamente para ayudar y defender a vidas inocentes y hablaba con emoción sobre esto. –Entonces la mujer –continuó–, que está preparada toda ella para ser madre, entra en crisis. Pierde referencias y lo que es algo evidente: que a los hijos se los ama y se los defiende, se convierte en algo sumamente complicado que no sabe cómo resolver. Es entonces que proponen el aborto como una solución. Se comete una doble barbaridad: al chico se le quita la vida y al cuerpo de la madre, que se ha preparado para recibir a este nuevo ser, ahora sabemos que queda dañada también. Si procura abortar el primer embarazo, queda a riesgo del cáncer del seno 1 . Y no todo queda ahí. A la madre se le daña psicológicamente y la mayoría de las mujeres, luego de esta experiencia, terminan traumatizadas, muchas veces con problemas graves de pesadillas y constantes recuerdos del hijo que mataron. Los psicólogos lo llaman «síndrome post–aborto», que puede llevar a depresiones y a una búsqueda enfermiza de «reponer» al niño. Claro que hay madres desnaturalizadas que han perdido hasta tal punto su conciencia que lo hacen aun sabiendo de qué se trata… pero éste no es el caso de Lucía. Por eso la mejor forma de ayudarla es salvando a su hijo. –¿Pero cómo? –preguntó esperanzada Elena–. ¿Qué podemos hacer? –Mucho –contestó Alfredo–. Ustedes son sus amigos. Ella necesita apoyo, atención, alguien que esté alrededor mostrándole cariño y comprensión, aunque el tema del embarazo no se toque. Piensen que ella está asustada e insegura... pues entonces denle seguridad para que pueda pensar bien las cosas y encuentre salidas a su problema. No hay que recri - minarle que haya llegado a este problema. Ella lo sabe mejor que nadie y lo comprenderá mejor aún andando el tiempo. Ahora lo importante es rescatar a la persona. Que se libere un poco de presiones para poder pensar y, sobre todo, enamorarse de esa vida que está en su seno. Creo que la mejor forma de ayudar a una mujer que está con dudas sobre si abortar o no es hacerle ver que hay alguien ahí dentro que la ama por encima de cualquier cosa en el mundo. Alguien para quien ella es especial e imprescindible y que, por tanto, espera todo de ella. Porque está cerca de su corazón y ese latido, ese «pum–pum» acompasado, es para él el sonido más familiar, hermoso y seguro del mundo. Si una madre se da cuenta de eso es capaz de defender a su hijo con uñas y dientes. Hay que darle una oportunidad, que se asome tal vez un poquito a ese mundo tan especial. En ella despertará la madre que las circunstancias y los intereses económicos quieren adormecer. Entonces los tres se pusieron a hablar acerca de qué cosas deberían hacer. Lo primero sería buscar a los demás, a los más allegados al grupo, como Joaquín, a Juan. Organizarían salidas en las que Lucía estuviese bien acompañada. Por su parte Alfredo y Sonia estudiarían la problemática de los papás y qué hacer con el niño. Había opciones. El último recurso sería dar el bebé en adopción, asegurándose de que llegue a una familia sana que lo ame y lo cuide. Pero Alfredo pensaba que no sería necesario, y que Lucía, al ver a su hijo, se iba a jugar por él. Lo mismo pensaba sobre la actitud de los nuevos «abuelos» que aún no sabían que lo eran. Claro que no sería un trago fácil de pasar, sobre todo para una familia que salía de una crisis. Pero él estaba convencido de que en situaciones de este tipo y con un poco de esfuerzo y comprensión, la gente suele mostrar su mejor cara. Andrés escuchaba todo con atención. Eran muchas cosas nuevas, situaciones injustas y duras que iba descubriendo de un mundo complicado. Pero de algún modo el hecho de que Alfredo los invitara a hacer algo para ayudar lo hacía sentir mejor, con menos dudas. Era un comienzo.
- * *
Mientras tanto, arriba, en la habitación de Alfredo, otra batalla se estaba librando. En cuanto entraron Lucía se tiró a la cama y dio rienda suelta a su llanto. –¿Por qué...? –gritaba–. ¿Cómo pude ser tan estúpida...? Esto me va a arruinar la vida... ¡Soy una idiota! –y así siguió llorando por un largo rato. Sonia primero se mantuvo a prudente distancia, pero una vez que pasó el primer estallido se acercó y acarició su cabeza. –Tú sabes que en el fondo no quiero hacerlo, Sonia –dijo Lucía en cuanto se sintió un poco desahogada. –Lo sé, amiga –le dijo la profesora. –Pero es tan difícil... –se quejó la muchacha. –También lo sé –afirmó Sonia mientras enjugaba sus lágrimas–. Pero piensa que no estarás sola. Además es mucho lo que tienes por ganar. Lucía se fue tranquilizando. Finalmente se quedó dormida. Al poco rato despertó con todos los pelos en la cara y los ojos hinchados. Levantó la vista y pudo sonreír. –No lo hará –pensó Sonia–. Ahora tenemos que apoyarla con más fuerza. –Alguien tendrá que decírselo a mis papás –dijo Lucía, dando a entender que su decisión estaba tomada. –Serás tú misma... –le dijo Sonia poniendo sus manos entre las suyas–. Pero si quieres estaremos allí para ayudarte. Lucía no pudo más y abrazó llorando a su inesperada amiga. Eran lágrimas de emoción. Después de tanta decisión tonta, sabía que por fin empezaba a recuperar el control.
Escucha ahora la explicación del profesor
REQUERIMIENTOS
- Sistema Operativo: A partir de Windows 7 en adelantarte. Mac OSX 10.11 o Superior
- Procesador: Core i3 o superior, 2 GHz o superior
- RAM: Al menos 4GB de RAM
Actividades de refuerzo
OTRAS FUNCIONES
- Ajustes de los colores.
- Detección de escenas.
- Corregir.
- Reparar.
- Efecto en la velocidad.
- Pantalla Croma.
- Pantalla partida.
- Efectos de color.
- Captura de pantalla de la PC.
- Estabilizador del video.
Resumen
Hemos aprendido a reconocer los requerimientos mínimos para la instalación y las características de nuestro ordenador
Actividad para la casa
Sé creativa/o y busca los insumos necesarios para la creación del vídeo según el tema tratado en clase.