Sesión 4: Algunos mitos sobre la pornografía

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PROPÓSITO El estudiante entienda que la pornografía altera la idea de la persona humana y de la sexualidad. Que descubra la falsedad del mito que dice que es la única forma de aprender bien «sexo»

Introducción

Juan retoma la lectura del Libro Azul y encuentra que su papá había escrito sobre la pornografía.

Qué es la pornografía. Porqué daña a la persona.

Lectura

Habían pasado varios días desde que Julia y Ramón dejaron el hospital. Se podía decir que el colegio había vuelto a su calma habitual, sobre todo teniendo en cuenta que era fin de año. Con tantos dimes y diretes, Juan había dejado un poco olvidado el Libro Azul. Cuando volvió sobre él, una noche que llovía bastante, se dio cuenta que quedaban pocos capítulos para leer. Uno de ellos el dedicado a la pornografía. ¿Tenía que ver la pornografía con su curiosidad respecto de Betty y las caricias? Él creía que sí, pero no entendía cómo. Al fin y al cabo ninguna de esas fotos era de Betty... No supo cómo le entró la comparación a la cabeza, pero no le gustó nada. Por lo tanto, reeditando una costumbre que ese año inició «junto» a su padre, se quedó hasta tarde leyendo. Desmitificando la pornografía Creo que ya he dicho en estas páginas que el cuerpo es una parte fundamental de la persona humana. Si no fuera así aquí lo digo: el cuerpo es el medio en que la persona humana se manifiesta, sale al exterior, se muestra a los demás. Existe una unidad muy especial entre lo interior, los aspectos psicológico y espiritual y el cuerpo, lo que podemos entender como exterior. Es a través del cuerpo que el hombre se comunica con los demás. Por ello se debe tener con el cuerpo el mismo respeto que se tiene con la persona. “No entiendo. Me parece obvio: respeto a la persona y respeto su cuerpo.” –No siempre se respeta el cuerpo. Incluso se llega a no respetar el propio cuerpo. El hombre está orientado al amor. El matrimonio es una llamada, una orientación, una vocación específica a vivir en el amor. Si no hay amor no puede haber matrimonio, pero tampoco puede haber sociedad. El cuerpo participa de esta misma llamada al amor. Los esposos encuentran en el contacto físico de uno con el otro no sólo la fuente de un gran placer, sino también la ocasión de comunicarse, de transmitir el uno al otro todo lo que son y lo que sienten.

“¿Por eso el acto sexual es tan importante en el matrimonio?”. –El acto sexual es un elemento central del matrimonio. Y el acto sexual se lleva a cabo «con el cuerpo». Por eso se puede decir que los esposos están llamados a saber amar con el cuerpo... con todo su ser. “Esto es lógico, si el impulso nace del cuerpo... pero no entiendo qué tiene que ver esto con la pornografía. O sea, me doy cuenta, pero no entiendo el por qué está mal”. Los diálogos interiores con su padre eran cada vez más exigentes. Y su padre no se quedó atrás para contestar. –El cuerpo posee ciertas reglas que determinan su naturaleza. Esto se aplica especialmente para lo relacionado con la diferencia genital y el impulso que normalmente llamamos sexual. Éste debe respetar las reglas naturales del cuerpo para no dañarlo. ¿Qué es la pornografía? En general la pornografía es la exhibición pública de la intimidad de una persona. Sobre todo la intimidad física, es decir, el cuerpo o lo relativo al cuerpo (y muy especialmente el acto sexual). Cuando se da esta exhibición pública lo que se hace es dividir a la persona. Se la toma solamente como un cuerpo. Se deja de lado su espíritu, sus sentimientos, su ser más personal e íntimo, el lugar del amor, de sus anhelos y sueños. Lo único que importa de quien se exhibe son las reacciones físicas y no se tiene en cuenta su interior. La pornografía no parte de lo auténticamente interior ni llega a lo interior, por eso divide a la persona porque muestra sólo una parte de ella sin importar lo más profundo, lo que permanece en ella. Así se usa a la persona y se daña el sexo. “¿Cómo?” –Usar la pornografía, y lo que es peor, introducir esos conceptos a una relación de pareja, significa despreciar a la totalidad de la otra persona y quedarse con una parte. Una parte muy excitante, por cierto, pero no es toda la persona. Se toma al otro como una cosa, un objeto de placer. Pero también quien consume pornografía se trata a sí mismo como una cosa. Esto tal vez no se entienda si se cree que el hombre está hecho solamente para el placer. Quien ve así la vida se queda siempre en una consideración superficial de todo, incluso del cuerpo. Puede creer que le da culto al cuerpo pero en realidad lo está despreciando, porque no ve que detrás de ese cuerpo hay una persona... o mejor: que ese cuerpo es una persona, como él mismo, que necesita ser amada por ella misma, no por su cuerpo. De hecho el cuerpo es valioso solamente si expresa a la persona. El rebajar el cuerpo tiene otras consecuencias. “¿Como cuáles?” –Por un lado se da todo un trastorno psicológico en quien ve pornografía. Lo que se representa en ella no necesariamente se está haciendo, así como en una película de guerra no muere ni un actor a pesar de que eso parezca. El problema es que quienes consumen pornografía pueden pensar que la vida sexual es como la ven en las películas o las revistas. Y luego vienen los problemas. Quien no considera su propio cuerpo como digno de absoluto respeto, así como el cuerpo de los demás, entonces está condenado a no tener una vida sexual totalmente satisfactoria. Es más, garantizo que muy pronto el poco placer que pudiese sentir en esos momentos se acabará, dando lugar a problemas más grandes aún. “O sea que la pornografía no es tan buena como algunos médicos dicen”. –Y tiene peores alcances... aunque suene duro. Además existe una conexión directa entre pornografía y violencia. Dos testimonios internacionales lo com-prueban. Ted Bundi fue un famoso asesino en serie en los Estados Unidos. Él violó y mató a 27 mujeres y chicas adolescentes. En su testimonio antes de ser ejecutado, Ted contó cómo su vida de «asesino» comenzó con el consumo de pornografía. Según él comenzó con pornografía «suave», siendo todavía un niño de 12 años. Poco a poco se aburrió de esto y las imágenes eróticas ya no le bastaron. Pasó así a la pornografía «dura», la cual tiene dosis de violencia. En esta pornografía la mujer es utilizada, maltratada y a veces es «víctima» de las peores agresiones (claro que todo actuado). Pero con el tiempo incluso esta pornografía no fue suficiente y dice que sintió tal desorden interno que «tenía» que experimentar lo que veía con mujeres. Y así empezó su carrera de violador y asesino. Todos los demás aspectos de su vida eran normales, pero según Bundi, la pornografía lo llevó a los más horrendos crímenes (el último del que se tuvo registro fue sobre una chica de 12 años). Reforzando esta lamentable experiencia está el testimonio de la Srta. May Fant, ex secretaria de la Asociación Nacional de Información Sexual de Suecia. Ese país, tras 16 años de legalización de la pornografía, dio drásticamente un paso atrás en 1986: “La pornografía conduce a una sociedad antihumana porque destruye las relaciones al distorsionar la visión del sexo opuesto. La pornografía es la teoría y la violación es la práctica”. 1 “¿Eso quiere decir que todos los que ven pornografía alguna vez se van a convertir en violadores?” –No. Pero no hay que negar la relación real que existe entre pornografía y violencia. Sin ir más lejos son frecuentes las quejas de esposas que se sienten «maltratadas» por sus esposos debido al uso de la pornografía. Ellas sienten claramente que sus parejas buscan sensaciones de placer y que ellas son ese instrumento para lograrlo. En vez de sentir que la relación es la expresión de amor y de intimidad más profunda, de entendimiento y de compenetración emocional y por lo tanto de cercanía y placer, se convierte en una experiencia traumatizante que en algunos casos puede degenerar en problemas como la frigidez (que es la imposibilidad de sentir placer por parte de la mujer). “¿Por qué si es tan mala incluso para casados, ponen en películas pornográficas «Prohibido para menores de 18 años»?” –Porque en los menores, efectivamente, el daño es mucho mayor. De todas maneras creo que es un error. Me pregunto ¿qué protege a los mayores de edad de las consecuencias psicológicas y sexuales de la pornografía? La pornografía también hace daño a un adulto pues estimula reacciones relacionadas al cuerpo que lo alejan de considerar a la persona como lo que es. La pornografía hace frustrante la vida sexual de una pareja. Lo cual es todo lo contrario a lo que te dicen los falsos sexólogos. Porque además tú piensa lo siguiente: si para estimularte tienes que ver la imagen de una mujer que no es tu esposa (y lo mismo de la mujer hacia el hombre), cuando tienes relaciones con ella con quién te acuestas realmente: con tu esposa o con la modelo que posó desnuda... es realmente un daño enorme para las parejas.

“Entonces todo desnudo es malo.”

–No, porque no todo desnudo es pornografía. Cuando dos esposos se desvisten para entregarse en el amor eso, evidentemente, no es pornografía aunque sí es erótico. Y cuando un paciente se desviste frente al doctor por razones médicas no es ni pornográfico ni erótico. En el caso del médico se suele aconsejar la presencia de una tercera persona, para salvar cualquier posible dificultad. Hay un tercer caso que es un poco más límite, y es el del desnudo artístico. Hemos dicho que el cuerpo es tan digno como la persona, por lo tanto expresa belleza. Esta belleza puede ser expresada en una verdadera obra de arte. Estoy pensando en cuadros como la Maja Desnuda o esculturas como la Venus de Milo, por no citar otros muchos ejemplos. Encontré una cita que puede ayudar a entender esto: “En el caso del modelo de arte, la rectitud y limpieza de la situación queda afirmada por la seriedad, la profesionalidad, la amplitud y distancia necesarias, y por la ausencia de cualquier otro factor que no sea la creación artística de la belleza.” 2

Sin embargo si no se cuidan estos detalles y no hay una

explícita consideración de la dignidad de la persona por parte del artista y del mensaje que quiere transmitir, entonces se está cayendo en hacer pornográfico ese desnudo. “¿Qué actitud tomar, entonces?” –Solamente puedo decir que no existe nada más placentero y completo que descubrir el cuerpo del otro sexo, «en vivo y en directo», con la persona con la que te casas, es decir, con aquella persona que al mostrarte su cuerpo te dice que se entrega a ti en forma completa, como producto del amor. Todo lo que necesites aprender en la relación con ella la única forma de aprenderlo es juntos, viviendo la experiencia, agregando constantemente el diálogo en la relación, sabiendo que quien entrega el cuerpo plenamente y con respeto, dentro del contexto del amor verdadero y del compromiso permanente, indefectiblemente y en toda circunstancia, entrega el alma. La forma de ver a la mujer cambió totalmente en la mente de Juan. También la consideración acerca de su propio cuerpo. Se afirmó en su decisión de no tener relaciones antes de casarse y de respetar la intimidad de aquella que podría llegar a ser su esposa. En cuanto apagó la luz se quedó dormido.

Escucha ahora la explicación del profesor

Desmitificando la pornografía

...el cuerpo es el medio en que la persona humana se manifiesta, sale al exterior, se muestra a los demás. Existe una unidad muy especial entre lo interior, los aspectos psicológico y espiritual y el cuerpo, lo que podemos entender como exterior. Es a través del cuerpo que el hombre se comunica con los demás. Por ello se debe tener con el cuerpo el mismo respeto que se tiene con la persona.

Aunque esto pueda parecer obvio no siempre encontramos que se respeta el cuerpo de las personas. No se respeta por ejemplo cuando se establecen relaciones superficiales que buscan obtener sensaciones de placer y bienestar. Cuando se «cosifica» al otro como fuente de placer sin importar sus anhelos o sentimientos (es decir, viendo lo exterior y no lo interior). El típico ejemplo se ve con claridad en las parejas jóvenes que tienen relaciones antes del matrimonio.

¿Por qué decimos esto? Porque las relaciones sexuales fuera de un contexto de compromiso y aceptación pleno de la otra persona no brindan la seguridad que el ser humano necesita cuando es amado plenamente. Las relaciones sexuales llevadas de esta manera proporcionan intensidad de placer y satisfacciones inmediatas... pero demasiado rápidas (y pasajeras). No permiten pensar en las consecuencias de lo que están haciendo. Después, cuando la relación termina o uno de los dos descubre que no son en uno para el otro, vienen las inseguridades, el sentimiento de soledad producto de la sensación de saber que se ha depositado algo valioso en alguien que ya no lo quiere o valora (y que muy seguramente nunca valoró). Estas experiencias afectan la confianza para amar y la capacidad de creer en las personas nuevamente.

La pornografía daña a la persona

Así como existen leyes naturales de las cuales se desprenden los derechos humanos, de la misma manera el cuerpo (que pertenece a esa naturaleza) posee ciertas reglas propias de su naturaleza que dan las pautas de que comportamientos son buenos y cuales dañinos. Estas reglas naturales cumplen la función de ayudar a cuidar, a administrar mejor el propio cuerpo y evitar dañarlo.

¿Cómo entendemos que la pornografía daña a la persona? En el libro del alumno encontramos lo siguiente: ...la pornografía es la exhibición pública de la intimidad de una persona. Sobre todo la intimidad física, es decir, el cuerpo o lo relativo al cuerpo (y muy especialmente el acto sexual).

Cuando se da esta exhibición pública lo que se hace es dividir a la persona. Se la toma solamente como un cuerpo. Se deja de lado su espíritu, sus sentimientos, su ser más personal e íntimo, el lugar del amor, de sus anhelos y sueños. Lo único que importa de quien se exhibe son las reacciones físicas y no se tiene en cuenta su interior.

La pornografía no parte de lo auténticamente interior ni llega a lo interior, por eso divide a la persona porque muestra sólo una parte de ella sin importar lo más profundo, lo que permanece en ella.Así se usa a la persona y se daña el sexo. Es con la pornografía que se cae en un desprecio por lo humano, por la persona misma, al despreciarla como totalidad. Es iluso creer que al aceptar una parte de la persona y descartar el resto de la unidad no se está descartando a la persona: significa despreciar a la totalidad de la otra persona y quedarse con una parte. Una parte muy excitante, por cierto, pero no es toda la persona. Se toma al otro como una cosa, un objeto de placer. Pero también quien consume pornografía se trata a sí mismo como una cosa. Esto tal vez no se entienda si se cree que el hombre está hecho solamente para el placer. Quien ve así la vida se queda siempre en una consideración superficial de todo, incluso del cuerpo. Puede creer que le da culto al cuerpo pero en realidad lo está despreciando, porque no ve que detrás de ese cuerpo hay una persona... o mejor: que ese cuerpo es una persona, como él mismo, que necesita ser amada por ella misma, no por su cuerpo. De hecho el cuerpo es valioso solamente si expresa a la persona. El rebajar el cuerpo tiene otras consecuencias.


Actividades de refuerzo

La importancia del amor

No siempre se respeta el cuerpo. Incluso se llega a no respetar el propio cuerpo. El hombre está orientado al amor. El matrimonio es una llamada, una orientación, una vocación específica a vivir en el amor. Si no hay amor no puede haber matrimonio, pero tampoco puede haber sociedad. El cuerpo participa de esta misma llamada al amor. Los esposos encuentran en el contacto físico de uno con el otro no sólo la fuente de un gran placer, sino también la ocasión de comunicarse, de transmitir el uno al otro todo lo que son y lo que sienten. El acto sexual es un elemento central del matrimonio. Y el acto sexual se lleva a cabo «con el cuerpo». Por eso se puede decir que los esposos están llamados a saber amar con el cuerpo... con todo su ser. En muchos casos se ha pretendido dividir la idea de cuerpo (lo sensitivo, sensorial, sensual) y alma (lo espiritual, lo que no se ve, lo profundo, lo interior), como si fueran dos entidades diferentes y que no guardan relación una con la otra. La naturaleza del hombre nos revela que esto no es así y que la realidad espiritual eleva toda la humanidad de la persona siendo la vivencia del amor un anhelo universal querido por todas los seres humanos. Es decir alma y cuerpo, espiritual y físico, interior y exterior están tan íntimamente unidos en la persona que una no se entiende sin la otra.

El cuerpo, que participa de esta naturaleza, tiene como una de sus funciones primordiales comunicar el amor: ya sea haciendo actos buenos, ya sea comunicando valores positivos, ya sea siendo fuente de vida, ya sea viviendo el amor en el esposo o esposa. Por eso decimos que el ser humano está llamado a vivir el amor desde todas sus dimensiones. Vivir el amor desde el cuerpo es saber cuidar el cuerpo (amor a uno mismo) y saber entregarlo para comunicar este amor (amor a los demás), por lo tanto es necesario saber cómo hacerlo.

Cuando nos quedamos en el placer de observar o tocar el cuerpo de alguien (y nada más) estamos cosificando a la persona y olvidando que dicho cuerpo está expresando a alguien que desea profundamente ser aceptado como unidad. Esto es lo que hace la pornografía: utilizar el cuerpo de algunas personas para manipular el cuerpo de otras generando un desorden y comerciar con la «necesidad» que genera.

Resumen

Consecuencias de la pornografía

Trastornos psicológicos

Una de las primeras consecuencias de la pornografía es la deformación del concepto de sexualidad, lo que propicia la aparición de posibles trastornos psicológicos en quienes están expuestos a ella. La pornografía refleja una realidad distorsionada, alterada con el fin de excitar a las personas para generar en ellas la necesidad de adquirir ciertos productos o seguir consumiendo pornografía. El problema es que las personas que consumen pornografía no contemplan este aspecto comercial (en este caso son ellos mismos la mercancía) y terminan creyendo que la vida sexual es como se la están vendiendo. Llega a tal punto esta deformación que trasladan «criterios» pornográficos a su vida sexual, en la cual los niveles de «necesidad» de satisfacción se van elevando de tal manera que requieren estímulos cada vez más intensos. Al final la realidad de una persona así es que se autocondenará a no experimentar verdadera satisfacción llevando una vida sexual normal. Con lo cual queda frustrada con su vida sexual normal o busca «nuevas emociones» las que sólo logran que la frustración aparezca un poco después.

Pornografía y violencia

También existe una relación directa entre pornografía y violencia. En el libro del alumno se mencionan dos casos que tuvieron en su momento repercusión internacional: Ted Bundi fue un famoso asesino en serie en los Estados Unidos. Él violó y mató a 27 mujeres y chicas adolescentes. En su testimonio antes de ser ejecutado, Ted contó como su vida de «asesino» comenzó con el consumo de pornografía. Según él comenzó con pornografía «suave», siendo todavía un niño de 12 años. Poco a poco se aburrió de esto y las imágenes eróticas ya no le bastaron. Pasó así a la pornografía «dura», la cual tiene dosis de violencia. En esta pornografía la mujer es utilizada, maltratada y a veces es «víctima» de las peores agresiones (claro que todo actuado). Pero con el tiempo incluso esta pornografía no fue suficiente y dice que sintió tal desorden interno que «tenía» que experimentar lo que veía con mujeres. Y así empezó su carrera de violador y asesino. Todos los demás aspectos de su vida eran normales, pero según Bundi, la pornografía lo llevó a los más horrendos crímenes (el último del que se tuvo registro fue sobre una chica de 12 años). Reforzando esta lamentable experiencia está el testimonio de la Srta. May Fant, ex secretaria de la Asociación Nacional de Información Sexual de Suecia. Ese país, tras 16 años de legalización de la pornografía, dio drásticamente un paso atrás en 1986: “La pornografía conduce a una sociedad antihumana porque destruye las relaciones al distorsionar la visión del sexo opuesto. La pornografía es la teoría y la violación es la práctica”.13

Además de estos casos dentro de algunos matrimonios se han dado denuncias de mujeres que se sienten maltratadas por sus esposos debido al uso de la pornografía, cuando sus parejas buscan experimentar con ellas tomando como modelo las revistas o películas porno, reduciéndolas a objetos que generen placer. Se pierde así la dimensión comunicativa de la relación sexual y se reduce lo que debería ser un encuentro entre dos personas que se aman a un momento egoísta donde se busca la propia satisfacción: En vez de sentir que la relación es la expresión de amor y de intimidad más profunda, de entendimiento y de compenetración emocional y por lo tanto de cercanía y placer, se convierte en una experiencia traumatizante que en algunos casos puede degenerar en problemas como la frigidez (que es la incapacidad de la mujer de llegar al orgasmo).

Pornografía y juventud

La pornografía causa un daño mayor a los más jóvenes. No deja de ser dañina para los adultos que la consumen pero los estragos son mayores en personas menores porque se encuentran en un proceso de plena formación, por lo tanto son más vulnerables ya que sus estructuras internas no están del todo definidas y son más afectables por la imaginación y la fantasía respecto de procesos que todavía no están llamados a vivir. Experimentan con mayor intensidad las impresiones del entorno primando en ellos un recuerdo más emocional que racional.

No todo desnudo es pornografía

Creer que todo lo relacionado con el cuerpo es pornografía es afirmar que el cuerpo es malo... y esto no es así. El cuerpo naturalmente es bueno: tiene la capacidad de expresar belleza y amor cuando lo sabemos cuidar y utilizar. Es más, el cuerpo es fuente de vida. La belleza y la vida son realidades buenas que generan una sensación de satisfacción y placer en la persona, por lo tanto el cuerpo es fuente de placer auténtico y constructivo de la personalidad si se da dentro del contexto del amor verdadero. El problema no está en el cuerpo sino en la utilidad que le queramos dar. Es necesario desarrollar una actitud de pureza frente al cuerpo buscando siempre conocer a la persona que ése cuerpo expresa. Es así que van a darse situaciones en las cuales el uso del cuerpo no tiene una connotación pornográfica: Los esposos ..no todo desnudo es pornografía. Cuando dos esposos se desvisten para entregarse en el amor eso, evidentemente, no es pornografía aunque sí es erótico.

En el médico Y cuando un paciente se desviste frente al doctor por razones médicas no es ni pornográfico ni erótico. En el caso del médico se suele aconsejar la presencia de una tercera persona, para salvar cualquier posible dificultad.

Verdadero desnudo artístico

Hay un tercer caso que es un poco más límite, y es el del desnudo artístico. Hemos dicho que el cuerpo es tan digno como la persona, por lo tanto expresa belleza. Esta belleza puede ser expresada en una verdadera obra de arte. Estoy pensando en cuadros como la Maja Desnuda o esculturas como la Venus de Milo, por no citar otros muchos ejemplos. Encontré una cita que puede ayudar a entender esto: “En el caso del modelo de arte, la rectitud y limpieza de la situación queda afirmada por la seriedad, la profesionalidad, la amplitud y distancia necesarias, y por la ausencia de cualquier otro factor que no sea la creación artística de la belleza.” 14 Sin embargo si no se cuidan estos detalles y no hay una explícita consideración de la dignidad de la persona por parte del artista y del mensaje que quiere transmitir, entonces se está cayendo en hacer pornográfico ese desnudo. La actitud que debemos desarrollar es la de la pureza que nos permita buscar conocer en todo momento a la persona dentro del respeto y del amor verdadero. Sólo así se llegará a lo más profundo del otro.

Actividad para la casa

1. ¿Cuál es el significado del cuerpo respecto de la persona en general?

2. ¿Qué encuentran los esposos en el contacto físico?

3. ¿Qué es la pornografía?

4. ¿Cómo afecta la pornografía a la relación de pareja?

5. Explica la expresión: “Se toma al otro como una cosa, un objeto de placer”.

6. ¿Qué sucede con quien no tiene absoluto respeto por su cuerpo?

7. ¿Cómo es la conexión entre pornografía y violencia?

8. ¿En qué situaciones y bajo qué condiciones el desnudo no es malo?

9. ¿Cuál es la mejor actitud para tomar frente a la pornografía?