Diferencia entre revisiones de «Sesión 2: Trampa y liderazgo»
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Revisión del 11:38 1 sep 2021
PROPÓSITO Con firmeza y convicción los alumnos aceptan y valoran positivamente la honestidad ya que comprenden que fortalece el carácter y favorece el liderazgo.
Introducción
Preguntar por todas las formas de hacer trampa a la hora de enfrentar un examen o hacer un trabajo. ¿Por qué son tan populares? ¿En qué ayudan? ¿No será que evidencia un problema mayor que va más allá de la picardía o viveza? Mateo hace trampa en los trabajos y para salir bien librado acusa a Sonia sobre el contenido de sus clases. El Sr. Pérez acusa a Sonia de estar enseñando anti-valores pero la escucha y todo queda aclarado.
Lectura
Martina estaba furiosa. No sabía si llorar o dar patadas. Lo primero que hizo fue buscar a Alicia para contarle lo que había pasado. La encontró pasando su recreo leyendo al sol en la plazoleta que está frente al colegio y que a esta hora estaba bastante vacía. –No te quiero interrumpir, ¡pero no sé qué hacer! –le salieron todas las palabras a la vez. –¿Qué pasa Martina? Te veo furiosa –le contesto amable Alicia. –No sabes lo que ha hecho ahora Mateo –le dijo Martina, sentándose ruidosamente con libros y todo–. El profesor de biología lo pescó haciendo trampa en la tarea del viernes. Después de todo lo que nos había dicho de no hacer cortar y pegar es exactamente lo que hizo. Y el idiota no sabe que eso los profesores saben descubrirlo perfectamente. Él quiere ser médico. Bueno, yo le dije… que no seré paciente de él si piensa que no es importante conocer la biología y si pasa su tiempo haciendo chuletas de este tipo. Terminará siendo un perfecto incompetente.-
Martina paró un momento para tomar aire y dijo con desesperación
–Pero Alicia, ¿por qué tiene que ser tan débil? –se lamentó Martina–. Yo no entiendo. ¿Qué podemos hacer? –¿Cómo lo supiste, Martina? –le preguntó. –Hay todo un rollo en la oficina del señor Pérez –le explicó Martina consternada–, porque él llamó a la mamá de Mateo, y ella ha venido al colegio. Parece que ella está furiosa con el colegio, ha dicho cosas horribles del colegio, e incluso llegó a decir que desde que está el señor Pérez todo marcha mal. También ha estado hablando mal de Sonia. No sé más, pero me enteré de todo eso ahora, y todo tiene que ver con este problema.
- * *
El señor Pérez irrumpió bruscamente en el salón de clases de Sonia. Ella miró nerviosamente a los estudiantes que iban saliendo. Desde comienzos del año escolar, el señor Pérez había adquirido la reputación de comportarse de manera explosiva sin importar quién estuviera presente Sonia se sintió aliviada cuando lo vio respirar profundamente y esperar con calma a que los alumnos salieran del salón; incluso les sostuvo cortésmente la puerta y después la cerró tranquilamente. Pero a pesar de esto, cuando se volteó a mirar a Sonia, su cara estaba roja de ira. –Gracias –dijo ella rápidamente–. Veo que está molesto y agradezco que no se lo haya hecho notar a los estudiantes. –Sonia –dijo el señor Pérez, tratando de controlarse. Se pasó la mano por la frente y respiró profundo–. Primero que nada, déjeme decirle que se está desempeñando muy bien en lo que va del año. Sonia se sorprendió. Realizando un esfuerzo notorio, el señor Pérez continuó: –He recibido muchos reportes positivos de su clase. Los estudiantes la disfrutan, y algunos padres apoyan inmensamente ciertas direcciones que usted ha tomado. Por ejemplo, los padres de Carlos han hecho comentarios bastante halagadores y también los de Álvaro, quienes de repente creen que tienen un caballero como hijo, en vez de un pandillero.
Sonia contuvo una risita. –Por otro lado, otros padres se han quejado –manifestó el señor Pérez–. No logran comprender el valor académico y no les gusta que estén enalteciendo anti-valores como los conflictos bélicos, las estrellas de cine, el apoyo al militarismo y un montón de otras tonterías. Sonia se mostró molesta. –Eso es exactamente lo contrario de lo que he intentado inculcar. Lo que trato de enseñarles es que los grandes hombres y mujeres han sido personas comunes y corrientes que se dedicaron a mejorar el mundo para los demás, manteniéndose fiel a sus visiones y superando obstáculos en sus vidas. Le aseguro que eso es lo que me pidieron que enseñara: carácter y liderazgo. –Éste se supone que es un curso que los prepara para el futuro – interrumpió el señor Pérez. El señor Pérez estaba mucho más calmado ahora. Sonia se sentía in - finitamente agradecida de que la estuviera escuchando en vez de estar gritándole. –Sí señor, yo comprendo eso –dijo Sonia con serenidad–. Hemos cubierto varios aspectos de liderazgo y lo continuaremos haciendo. Pensé que sería buena idea presentarles a los estudiantes algunas fortalezas y debilidades de gente real. Ellos necesitan saber que pueden superar sus propias debilidades con esfuerzo y perseverancia. ¡No queremos que obtengan buenas calificaciones en la escuela y que reprueben en la vida real! El señor Pérez se restregó una ceja. –En realidad sólo ha reclamado una persona –aclaró el director. –Agradezco su honestidad al respecto –comentó Sonia–. Tenía miedo de que quizás fuese más de uno. También me alegra que me haya escuchado ¿Qué cree que deberíamos hacer con la madre que está disconforme? –Quizás citarla a reunión –dijo Pérez–. Es una madre soltera que siente que su hijo está fuera de control. –¿Quién es? –quiso saber Sonia. –La mamá de Mateo –le contestó el director. –Oh, sí, Mateo parece tener problemas –reconoció Sonia. –Por lo que yo sé, ya ha tenido algunos problemas de abuso de drogas –completó el señor Pérez. –Sí, sí –dijo Sonia–. Solía ser un chico muy motivado, pero con el tiempo he notado que algo le está drenando la motivación. Es un síntoma clásico. –Bueno, eso es otro problema que tendremos que encarar –dijo ya tranquilo el señor Pérez. –¿Ya no estoy en problemas? –preguntó Sonia, parada como una niña delante de él. –No, Sonia, ya no está en problemas. Usted es uno de los maestros más capaces y le pido disculpas si reaccioné mal antes de escucharla. –Pero al final me escuchó –afirmó Sonia–. Y eso es lo que cuenta. Cuando él abandonó el salón, Sonia se sonrió. De hecho, le estaba comenzando a simpatizar el señor Pérez.
- * *
Mientras tanto, a la salida de las clases, Alicia y Martina estaban buscando a esos amigos que eran como columnas en las que podían apoyarse siempre en momentos de inquietud. Carlos, Álvaro y Andrés, quien ya quería sentirse como parte de ese selecto grupo, estaban ya en la calle discutiendo un punto difícil de su última clase de matemática. Antes de llegar cerca, ellos vieron en sus caras que se trataba de algo problemático. –Oh, oh… ¿qué pasa ahora? –pregunto Carlos. Al contarles el problema los tres amigos se miraron y alzando los hombros en evidente acuerdo dijeron casi al unísono: –Ningún problema, a ese lo tendremos que meter en Rugby. Ahí aprenderá a desconectarse y a llevar sus problemas sin tanto rollo. Drogarse no te quita los problemas, sino que te quita la capacidad de encararlos. No se preocupen, ¡nos ocuparemos de él! Haremos que se porte como un hombre y no como un niñito mimado. Él es un buen muchacho. Viendo los espaldarazos con los cuales se despidieron los varones, Martina y Alicia sintieron que los verdaderos espaldarazos se lo habían dado a ellas, en lo espiritual, y se fueron caminando con sonrisas en la cara y alegría en el corazón.
Escucha ahora la explicación del profesor
A. Dificultades en el desarrollo del liderazgo
Ser un buen líder no es fácil. La persona que forja su liderazgo en baso a su carácter e integridad personal no lo logra de la noche a la mañana, ha tenido que aprender a superar pruebas y enfrentar obstáculos y dificultades. En muchas ocasiones, por su visión y proyección, el camino del líder parece hacerse cuesta arriba y es en esos momentos que puede dudar o desalentarse, porque los líderes son susceptibles al cansancio y al desánimo. Es en esos momentos que la calidad personal del buen líder aflora: o bien puede perseverar superando su cansancio y temor o puede abdicar (en cuyo caso su liderazgo se vería afectado).
Otra alternativa, si no quiere renunciar y no sabe cómo resolverlo, es el hacer trampa. La trampa es una tentación muy grande y suele ser frecuente cuando alguien persevera en una meta pero enfrenta muchas dificultades al punto de poder fracasar en su objetivo. La trampa es una salida fácil pero también es un engaño que perdura en el tiempo porque el logro del mérito no es ni propio ni personal, el logro del mérito se debe al engaño.
Una persona íntegra no puede vivir con el engaño porque atenta contra la esencia de su integridad, la estaría quebrando la unidad de sus valores, creencias, conductas y sentimientos.
B. Cómo evitar la trampa.
Ser una persona honesta requiere fuerza de carácter y tener una actitud íntegra, cualidades que se desarrollan y fortalecen en el día a día desde las pequeñas responsabilidades y tareas hasta llegar a los grandes desafíos.
Cuando un adolescente enfrenta una situación de estrés en la que siente que la presión lo sobre pasa y que no va a poder superar la prueba, suele suceder que la situación genera una intensidad de emociones que pueden asustarlo o bloquearlo. Es la oportunidad de echar mano de las virtudes y cualidades que se tienen y fortalecer el carácter. Este tipo de situaciones pueden servir para sacar lo mejor de nosotros mismos. Por eso es recomendable pedir ayuda para pasar la “ola” afectiva y con la cabeza más fría pensar en cómo salir adelante.
Quien se deja llevar por la “ola” de desesperación o simplemente no cree que pueda hacerlo se está dando por vencido, duda en su capacidad de solución y por tanto busca respuestas fuera de él.
Desarrollar la honestidad, el sentido de responsabilidad, reconocer las propias emociones, mantener la cabeza fría y el perseverar fiel a la verdad son cualidades que se pueden ir fortaleciendo paso a paso en el camino a la madurez y que nos permitirá renunciar a la tentación del camino fácil de la trampa.
Actividades de refuerzo
Analiza el siguiente texto: Toda acción tiene sus consecuencias para el futuro, a aveces inmediatas otras a largo plazo. Si actúas con mala intención o con trampa, en algún momento esa conducta tendrá sus consecuencias. Al inicio podría ser un beneficio para ti, pero en el futuro te perjudicará e incluso arrastrará a los demás creando toda una estructura de malas acciones.
Resumen
Hemos aprendido a reconocer los requerimientos mínimos para la instalación y las características de nuestro ordenador
Actividad para la casa
Marca las afirmaciones y señala sus consecuencias:
Afirmación | Sí es trampa | No es trampa | Consecuencias |
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Me copio en los exámenes | |||
No respeto las señales de tránsito. En fin nadie me ve | |||
En la cafetería del colegio, rompiendo la fila y adelantándome | |||
Cuando me equivoco en alguna tarea, acepto mis errores y me disculpo de ser necesario | |||
En los juegos de fichas muevo las mesas a mi favor aunque no sea mi turno | |||
En la cafetería del colegio siempre espero mi turno aunque vaya con retraso | |||
Me esfuerzo por aprender y estudio para los exámenes | |||
Cuando realizo mal una tarea no la corrijo y busco echarle la culpa a otros | |||
Siempre espero mi turno en los juegos de mesa aunque esté perdiendo | |||
Respeto los semáforos cuando están en rojo |