Diferencia entre revisiones de «Sesión 1: ¿santo yo?»

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== Propósito ==  
== PROPÓSITO==  


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El propósito de la clase es expresar qué se entienden por santidad.
El propósito de la clase es expresar qué se entienden por santidad.


 
== INTRODUCCIÓN==  
 
 
 
 
 
 
== Introducción ==  


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¿Santo yo? ¿Qué es eso de ser santos?
¿Santo yo? ¿Qué es eso de ser santos?
Casi nunca nos proponemos tocar ese tema o ser santos, creemos que eso es, para los sacerdotes o las monjitas, un tema que ya pasó de moda y que es parte del pasado. No lo intentamos ni nos planteanos o incluimos en nuestro proyecto de vida.


Terminado el colegio estudiamos sólo para ser profesionales, tener éxito en la vida, tener casa, carro, dinero y entre otras cosas queremos ser felices con las cosas materiales…
Casi nunca se habla de este tema y menos aún nos proponemos a ser santos. Creemos que eso es para los sacerdotes o las monjitas, que ya pasó de moda y que es parte del pasado. No lo intentamos ni nos lo planteamos o incluimos en nuestro proyecto de vida.
Veamos realmente ¿Qué es la santidad y quienes están llamados a serlo?


== Lectura ==
Luego de terminar el colegio estudiamos solo para ser profesionales, tener éxito en la vida, tener casa, carro, dinero y entre otras cosas; parece que queremos ser felices solo con las cosas materiales…


¿Santo yo?...
== ECHA UN VISTAZO==


Llegar a la cima, o rendirse.
'''Lee en silencio el texto y reflexiona sobre el significado de la santidad.'''


Sabemos lo que el Concilio Vaticano II dijo de la santidad, por los seglares: que la santidad es para todos; que todos estamos llamados a la santidad; que tenemos obligación de ser santos.
¿Santo yo?...


Porque Cristo nos ha hecho a los bautizados uno con Él, que es el Santo, y la santidad de Jesucristo se comunica a todos los cristianos, como la vida que desciende de la cabeza a los miembros.
¿Llegar a la cima o rendirse?


Porque así es la santidad de Jesucristo: se distribuye sobre todos y cada uno de los cristianos, y nosotros respondemos a esta gracia de Dios siendo santos de verdad. ¿Cómo? Conduciendo el tractor, guisando la comida, luciendo el saco y la corbata, o saliendo bien preciosas del salón de belleza... La santidad es para nosotros, para los seglares.
La Iglesia es una gran familia en la que Dios es Padre, Jesús el Hermano Mayor, el Espíritu Santo es el santificador que comunica amor entre los miembros de tal manera que, aunque no los hemos visto, podemos llegar a conocer y amar mucho a los santos. Ellos nos enseñan, guían e interceden por nosotros. María es la madre de la familia santa.


Digo esto, porque ha caído en mis manos el recordatorio de un muchacho norteamericano --la verdad es que nunca lo había oído nombrar--, que me ha llamado la atención. Estudiante de dos Universidades, arquitecto de gusto muy refinado, y, por encima de todo, un cristiano en verdad escogido.
Aunque Jesucristo, el Sol de Justicia, ha sido rechazado por la humanidad, el cielo de la Santa Iglesia no ha dejado de tener su luz que ilumina a quien abra su corazón. Los santos son esas personas heroicas que brillan con el Señor.


Para convencerse, basta mirar el recordatorio que se hizo para sí mismo, al ver que ese cáncer diagnosticado en el cerebro le conducía irremisiblemente al fin. Trazado el recordatorio con pulso firme y con exquisitez de arquitecto, nos hace esta confidencia.
Se le llama santo a lo que está consagrado al servicio de Dios, sea persona, cosa, lugar, tiempo.


Se me preguntó una vez: Pablo, ¿por qué sirves a Dios aquí, en esta Institución?
Benedicto XVI, en la solemnidad de todos los Santos en 2007, nos enseñó que la santidad es una llamada para todos nosotros, todos los que hemos sido bautizados tenemos que aspirar esa meta tan alta y hermosa, la comunión total con nuestro Señor. Cierra tus ojos, imagina por un momento poder afirmar como San Pablo "ya no soy yo quien vive, sino Cristo vive en mí", abrazados a nuestro Señor, en perfecta unión con su voluntad aún en esta vida.  
Hay que saber que Pablo pertenecía a una Institución Secular de Perfección y Apostolado, y había emitido en él los votos privados de su consagración. Ante esa pregunta, él mismo se cuestiona:


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¿Por qué sirvo a Dios aquí?
¿Para ayudar a los pobres? No.
¿Para entregarme al servicio del pueblo? No.
¿Para ser sacerdote? No.
¿Para ser maestro, o misionero, o ingeniero? No.
Para nada de esto estoy aquí. Estoy aquí sirviendo a Dios, ¡porque lo amo!
Porque amo a JESUS.
Porque amo a MARIA.
JESUS me revela su amor infinito y su bondad. Me perdona mis pecados y me ofrece la eternidad.
MARIA es la la amada de mi alma, mi intercesora delante de su Hijo divino, y mi Madre y una Madre sin par.
Un joven de esta categoría espiritual tenía que sobresalir por fuerza entre los compañeros de las Universidades y entre los profesionales con que trabajaba. Su lema era claro:
- DIOS, para bien del mundo.
Cuanto más amara a Dios y mejor le sirviera, mejor servía al mundo y se daría a los demás.
Sus compañeros se preguntaron más de una vez:
- ¿Qué tiene de especial Pablo Miguel, que atrae tanto?
El secreto estaba en la pureza de su vida, en medio de un mundo seductor que le tentaba con fuerza.
Pero su carácter suave era también de hierro cuando llegaba la prueba. Un día le dice resuelto al Director General de la Institución:
- ¿Si se marcharan todos? Me daría igual. Aquí quedaríamos usted y yo. No estoy por ningún hombre, sino por Dios.
Su vida estaba centrada en el amor. Dios volcaba sobre él su gracia. Y Paul Michael era un santo.
Ante un testimonio como éste --y hemos de decir que como él hay muchos en la Iglesia--, pocas razones necesitamos para convencernos de esta exigencia que nos impone el Bautismo.
Está bien que se nos recuerde siempre a los seglares nuestra condición de escogidos, ya que ser santos no es una cosa cualquiera... No viene de nosotros una vocación tan alta, sino del Dios que nos llama.
Dios se nos revela como el Amor absoluto, y sólo para Dios vale la pena vivir. Los que así aman a Dios son los santos de verdad, y son también los que salvan al mundo.


El ejemplo de Paul Michael que nos ha inspirado el mensaje de hoy nos hace ver el doble aspecto de la santidad que el mundo espera de nosotros. Es indudable que el amor de Dios es lo primero. Hablemos mejor: sin el amor de Dios que se nos da y sin el amor nuestro con que nos damos a Dios, es imposible la santidad. De ahí que el crecer en el amor a Dios es lo primero que anhelamos y lo primero en que nos empeñamos. El fin de nuestra oración y de cualquier trabajo que hacemos mira ante todo y sobre todo a hacernos crecer en el amor divino.
Estas son las palabras del Papa Emérito:
"El cristiano ya es santo, pues el Bautismo le une a Jesús y a su misterio pascual, pero al mismo tiempo tiene que llegar a ser santo, conformándose con Él cada vez más íntimamente”.


¿Descuidamos al mundo por eso? Todo lo contrario. La salvación del mundo nos arrastra impetuosamente como la corriente del río en crecida. Tanto más amamos al mundo, y tanto más nos damos a él, cuanto más amamos a Dios. Nadie como un santo hace tanto por el mundo...
A veces creemos que para ser santos tenemos que ser perfectos y que es una realidad inalcanzable con todas nuestras flaquezas y defectos, pero el Papa Emérito, haciendo referencia a San Pablo y Bernabé, lo explicó así:


Ser santos y santas de categoría: ¡ésta es nuestra llamada! Sobresalir entre la vulgaridad: ¡ésta es nuestra decisión! ¿Qué es éste un gran ideal?... ¡Naturalmente! Como propuesto por el mismo Jesucristo, que, señalando las alturas, nos dice:
"Los santos no son personas que nunca han cometido errores o pecados, sino quienes se arrepienten y se reconcilian. Por tanto, también entre los santos se dan contrastes, discordias, controversias...Son hombres como nosotros, con problemas complicados... La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disponibilidad para volver a comenzar, y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón. Y todos podemos aprender este camino de santidad". (Benedicto XVI ,31 enero de 2007)
Perseverar en la santidad es mantenerse en comunión con Cristo, quien salva y da vida eterna. Dios quiere que todos se salven (1 Tm 2,4), pero no todos se abren a la gracia que santifica. Para salvarse es necesario renunciar al pecado y seguir a Cristo con fe. Por eso San Pablo nos exhorta: "Hermano, buscad la paz con todos y la santificación, sin la cual nadie verá al Señor" (Hb 12,14). Al final. no importará otra cosa, la única verdadera desgracia es no ser santos.


-¡A ver quién llega hasta la cima, donde está Dios, el Perfecto, el Santo! ¡A ver quién es tan valiente que no se rinde en el camino!.
Adaptado de https://es.catholic.net/op/articulos/71527/cat/1069/es-posible-ser-santo-hoy-en-dia.html#modal


[[https://es.catholic.net/op/articulos/24834/cat/305/santo-yo.html#modal]]
== CONÉCTATE ==


== Escucha ahora la explicación del profesor ==
Atento a la explicación:


¿Eres perezoso, orgulloso, soberbio? ¿Te das cuenta que te cuesta mucho querer a las personas, ser paciente…? ¿Ves a los santos y piensas: “¡Wow, yo nunca podría ser tan bueno!”? ¡Felicidades, ese es el primer paso para ser santo!
¿Eres perezoso, orgulloso y soberbio? ¿Te das cuenta de que te cuesta mucho querer a las personas o ser paciente? ¿Ves a los santos y piensas: “¡Wow, yo nunca podría ser tan bueno!”? ¡Felicidades, ese es el primer paso para ser santo!


1. El primer paso para ser santo es reconocer nuestra debilidad
'''1. El primer paso para ser santo es reconocer nuestra debilidad'''
¿Por qué digo esto? Pues porque para ser santo, lo primero que tenemos que reconocer es que somos débiles y quebradizos. Reconocer nuestra debilidad es el primer paso para que vayamos corriendo a los brazos de Dios y le gritemos: “Ayúdame, no puedo hacer esto solo/a, necesito de Ti.” Y Él entonces, encantadísimo de la vida, nos tomará en sus brazos y hará por nosotros esas cosas que reconocemos que no podemos hacer.
¿Por qué digo esto? Pues, porque reconocer nuestra debilidad es el primer paso para que vayamos corriendo a los brazos de Dios y le gritemos: “Ayúdame, no puedo hacer esto solo o sola, necesito de Ti”.  


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2. Que tus caídas sean un muelle para llegar más arriba
'''2. Que tus caídas sean un muelle para llegar más arriba'''
Muchas veces Dios permite que pequemos para que seamos humildes y nos demos cuenta de lo débil que somos. “¿Cómo es posible que YO haya hecho esto?”, nos preguntamos muchas veces. La respuesta es: porque somos débiles y humanos.
Muchas veces Dios permite que pequemos para que seamos humildes y nos demos cuenta de lo débil que somos. “¿Cómo es posible que yo haya hecho esto?”. La respuesta es porque somos débiles y humanos.


3. Solo no puedes, pero con Dios… es otro cantar
'''3. Solo no puedes, pero con Dios… es otro cantar'''
Reconocer esto, va a ser el primer paso para empezar una vida de santidad. Porque es ahí cuando nos demos cuenta de que necesitamos de Él. Necesitamos que Él viva en nosotros para que Él pueda amar y vivir a través de nosotros.
Reconocer esto va a ser el primer paso para empezar una vida de santidad. Porque es ahí cuando nos damos cuenta de que necesitamos de Él. Necesitamos que Él viva en nosotros para que Él pueda amar y vivir a través de nosotros.


4. Más que en hacer, la santidad consiste en dejarle hacer
'''4. Necesitamos ponernos a disposición de Dios y dejar entrar al Espíritu Santo en nuestro corazón'''
“Pero entonces, ¿qué es lo que puedo? ¿dónde está el poder del hombre? El poder del hombre se encuentra, fundamentalmente en el deseo. El secreto del hombre está en reconocer que lo propio de Dios es hacer y que lo propio del hombre es ser hecho, y lo que le permite ser hecho y recibir es desear; desear lo que no tiene y Dios le puede dar.
Cuando nos demos cuenta de que el único santo aquí es Dios, entonces, empezaremos a acercarnos a Él. Ir a misa y rezar dejará de ser una lista de cosas por cumplir y empezará a ser un medio para acercarnos a Él y que sea Él quien viva en nosotros.


5. Necesitamos ponernos a tiro de Dios y dejarle entrar al Espíritu Santo en nuestro corazón
== REFUERZA ==
Cuando nos demos cuenta de que el único santo aquí es Dios, entonces, empezaremos a acercarnos a Él. Ir a Misa y rezar dejará de ser una lista de cosas por cumplir y empezará a ser un medio para acercarnos a Él y que sea Él quien viva en nosotros.
 
== Actividades de refuerzo ==


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Observa el video y responde a las preguntas:
'''Observa el video sobre la santidad y luego responde las preguntas.'''


https://www.youtube.com/watch?v=qr-zO53-tjo (Llamado a la Santidad)
https://www.youtube.com/watch?v=qr-zO53-tjo


1. ¿Quiénes están llamados a la santidad?
1. ¿Quiénes están llamados a la santidad?
Línea 123: Línea 77:
3. ¿Qué significa ser retrógrados en estos tiempos?
3. ¿Qué significa ser retrógrados en estos tiempos?


4. ¿Quién fue Mons. Romero?
4. ¿Quién fue el monseñor Romero?


5. ¿Cómo interpretas “arriesgar hasta no más poder”?
5. ¿Cómo interpretas la frase “arriesgar hasta no más poder”?


== Resumen ==
== ATERRIZA==


¿Qué es ser santo? Es estar unidos, en Cristo, a Dios, perfecto y santo.


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En Mateo 5,48 nos dice “Sean por tanto perfectos como es perfecto su Padre celestial” y nos ordena Jesucristo, Hijo de Dios. En 1 Ts 4, 3 dice. “Sí, lo que Dios quiere es su santificación.”
'''1. ¿Qué es ser santo?'''
Y te preguntaras:
 
1. ¿Por qué Dios quiere mi Santificación? Bueno Dios nos ha creado Gn. 1, 26 “a su imagen y semejanza”, y de ahí que Él mismo nos diga:


Lv. 11, 44 “Sed santos, porque yo soy santo”.
Es estar unidos en Cristo, a Dios, perfecto y santo.


2. ¿Quién está llamado a ser Santo?  
'''2. ¿Por qué Dios quiere mi santificación?'''


Todos los hombres, mujeres y niños de cualquier edad, en cualquier estado de vida, condición, talento y profesión.
Dios nos ha creado “a su imagen y semejanza” (Gen 1, 26), y de ahí que Él mismo nos diga:
“Sed santos, porque yo soy santo” (Lv. 11, 44).


Tu estas llamado a la santidad “Más bien, así como el que os ha llamado es Santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta” (1 Pedro 1,15)
'''3. ¿Quién está llamado a ser santo?'''


3. ¿Por qué?
Todos los hombres, mujeres, niñas y niños de cualquier edad, en cualquier estado de vida, condición, talento y profesión.
Tú estás llamado a la santidad. “Más bien, así como el que os ha llamado es Santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta” (1 Pedro 1,15).


¡Porque Dios te ama!, Tu eres valioso para El.
'''4. ¿Por qué?'''


Tú le perteneces. Él te ama desde antes que el tiempo existiese. Él es tu Padre. Necesitas de Él.
¡Porque Dios te ama! Tú eres valioso para Él.
Tú le perteneces. Él te ama desde antes de que el tiempo existiese. Él es tu Padre. Necesitas de Él.


== Actividad para la casa ==
== COMPARTE ==
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Escribe en tu agenda ¿Qué harás desde ahora en tu vida personal para ser mejor persona, buen cristiano y amar más a Dios?
Responde en tu agenda: ¿Qué harás desde ahora en tu vida personal para ser mejor persona, buen cristiano y amar más a Dios? Comparte tu respuesta con tu familia.


Escribe 3 propósitos concretos de esta cita (1 Pedro 1,15) para ser santo. Luego coméntalo con el sacerdote de tu confianza.
Escribe 2 propósitos concretos para ser santo, o los que desees, sobre esta cita: 1 Pedro 1,15. Luego coméntalo con el sacerdote de tu confianza.

Revisión actual del 19:58 14 mar 2022

SAN0.JPG

PROPÓSITO

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El propósito de la clase es expresar qué se entienden por santidad.

INTRODUCCIÓN

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¿Santo yo? ¿Qué es eso de ser santos?

Casi nunca se habla de este tema y menos aún nos proponemos a ser santos. Creemos que eso es para los sacerdotes o las monjitas, que ya pasó de moda y que es parte del pasado. No lo intentamos ni nos lo planteamos o incluimos en nuestro proyecto de vida.

Luego de terminar el colegio estudiamos solo para ser profesionales, tener éxito en la vida, tener casa, carro, dinero y entre otras cosas; parece que queremos ser felices solo con las cosas materiales…

ECHA UN VISTAZO

Lee en silencio el texto y reflexiona sobre el significado de la santidad.

¿Santo yo?...

¿Llegar a la cima o rendirse?

La Iglesia es una gran familia en la que Dios es Padre, Jesús el Hermano Mayor, el Espíritu Santo es el santificador que comunica amor entre los miembros de tal manera que, aunque no los hemos visto, podemos llegar a conocer y amar mucho a los santos. Ellos nos enseñan, guían e interceden por nosotros. María es la madre de la familia santa.

Aunque Jesucristo, el Sol de Justicia, ha sido rechazado por la humanidad, el cielo de la Santa Iglesia no ha dejado de tener su luz que ilumina a quien abra su corazón. Los santos son esas personas heroicas que brillan con el Señor.

Se le llama santo a lo que está consagrado al servicio de Dios, sea persona, cosa, lugar, tiempo.

Benedicto XVI, en la solemnidad de todos los Santos en 2007, nos enseñó que la santidad es una llamada para todos nosotros, todos los que hemos sido bautizados tenemos que aspirar esa meta tan alta y hermosa, la comunión total con nuestro Señor. Cierra tus ojos, imagina por un momento poder afirmar como San Pablo "ya no soy yo quien vive, sino Cristo vive en mí", abrazados a nuestro Señor, en perfecta unión con su voluntad aún en esta vida.

SAN3.JPG

Estas son las palabras del Papa Emérito: "El cristiano ya es santo, pues el Bautismo le une a Jesús y a su misterio pascual, pero al mismo tiempo tiene que llegar a ser santo, conformándose con Él cada vez más íntimamente”.

A veces creemos que para ser santos tenemos que ser perfectos y que es una realidad inalcanzable con todas nuestras flaquezas y defectos, pero el Papa Emérito, haciendo referencia a San Pablo y Bernabé, lo explicó así:

"Los santos no son personas que nunca han cometido errores o pecados, sino quienes se arrepienten y se reconcilian. Por tanto, también entre los santos se dan contrastes, discordias, controversias...Son hombres como nosotros, con problemas complicados... La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disponibilidad para volver a comenzar, y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón. Y todos podemos aprender este camino de santidad". (Benedicto XVI ,31 enero de 2007) Perseverar en la santidad es mantenerse en comunión con Cristo, quien salva y da vida eterna. Dios quiere que todos se salven (1 Tm 2,4), pero no todos se abren a la gracia que santifica. Para salvarse es necesario renunciar al pecado y seguir a Cristo con fe. Por eso San Pablo nos exhorta: "Hermano, buscad la paz con todos y la santificación, sin la cual nadie verá al Señor" (Hb 12,14). Al final. no importará otra cosa, la única verdadera desgracia es no ser santos.

Adaptado de https://es.catholic.net/op/articulos/71527/cat/1069/es-posible-ser-santo-hoy-en-dia.html#modal

CONÉCTATE

Atento a la explicación:

¿Eres perezoso, orgulloso y soberbio? ¿Te das cuenta de que te cuesta mucho querer a las personas o ser paciente? ¿Ves a los santos y piensas: “¡Wow, yo nunca podría ser tan bueno!”? ¡Felicidades, ese es el primer paso para ser santo!

1. El primer paso para ser santo es reconocer nuestra debilidad ¿Por qué digo esto? Pues, porque reconocer nuestra debilidad es el primer paso para que vayamos corriendo a los brazos de Dios y le gritemos: “Ayúdame, no puedo hacer esto solo o sola, necesito de Ti”.

SAN4.JPG

2. Que tus caídas sean un muelle para llegar más arriba Muchas veces Dios permite que pequemos para que seamos humildes y nos demos cuenta de lo débil que somos. “¿Cómo es posible que yo haya hecho esto?”. La respuesta es porque somos débiles y humanos.

3. Solo no puedes, pero con Dios… es otro cantar Reconocer esto va a ser el primer paso para empezar una vida de santidad. Porque es ahí cuando nos damos cuenta de que necesitamos de Él. Necesitamos que Él viva en nosotros para que Él pueda amar y vivir a través de nosotros.

4. Necesitamos ponernos a disposición de Dios y dejar entrar al Espíritu Santo en nuestro corazón Cuando nos demos cuenta de que el único santo aquí es Dios, entonces, empezaremos a acercarnos a Él. Ir a misa y rezar dejará de ser una lista de cosas por cumplir y empezará a ser un medio para acercarnos a Él y que sea Él quien viva en nosotros.

REFUERZA

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Observa el video sobre la santidad y luego responde las preguntas.

https://www.youtube.com/watch?v=qr-zO53-tjo

1. ¿Quiénes están llamados a la santidad?

2. ¿Cuál es la cita bíblica que nos invita a la santidad?

3. ¿Qué significa ser retrógrados en estos tiempos?

4. ¿Quién fue el monseñor Romero?

5. ¿Cómo interpretas la frase “arriesgar hasta no más poder”?

ATERRIZA

SAN6.JPG

1. ¿Qué es ser santo?

Es estar unidos en Cristo, a Dios, perfecto y santo.

2. ¿Por qué Dios quiere mi santificación?

Dios nos ha creado “a su imagen y semejanza” (Gen 1, 26), y de ahí que Él mismo nos diga:

“Sed santos, porque yo soy santo” (Lv. 11, 44).

3. ¿Quién está llamado a ser santo?

Todos los hombres, mujeres, niñas y niños de cualquier edad, en cualquier estado de vida, condición, talento y profesión. Tú estás llamado a la santidad. “Más bien, así como el que os ha llamado es Santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta” (1 Pedro 1,15).

4. ¿Por qué?

¡Porque Dios te ama! Tú eres valioso para Él. Tú le perteneces. Él te ama desde antes de que el tiempo existiese. Él es tu Padre. Necesitas de Él.

COMPARTE

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Responde en tu agenda: ¿Qué harás desde ahora en tu vida personal para ser mejor persona, buen cristiano y amar más a Dios? Comparte tu respuesta con tu familia.

Escribe 2 propósitos concretos para ser santo, o los que desees, sobre esta cita: 1 Pedro 1,15. Luego coméntalo con el sacerdote de tu confianza.