Diferencia entre revisiones de «Sesión 2: ¿Se tomar decisiones?»

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Cada vez que proyectamos nuestro futuro en cualquier ámbito de la vida, se abren ante nosotros un sinfín de posibilidades, y no hacer ninguna elección, supone no progresar… en ninguna dirección.
Cada vez que proyectamos nuestro futuro en cualquier ámbito de la vida, se abren ante nosotros un sinfín de posibilidades, y no hacer ninguna elección, supone no progresar… en ninguna dirección.


== Lectura ==
== Lectura ==

Revisión del 22:27 14 ene 2022

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Propósito

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El propósito de esta sesión es tomar conciencia

de lo que significa tomar decisiones en la vida.


Introducción

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Diariamente tomamos decisiones por ejemplo: cómo nos vestiremos hoy, que cocinaremos, al hacer compras para la casa y priorizando según necesidades, con cual de las tareas empezaremos y alguna vez qué estudiaremos después del colegio, éstas decisiones determinarán parte de nuestro proyecto de vida. Vivir significa elegir; no tomar decisiones implica inmovilidad y bloqueo.

Cada vez que proyectamos nuestro futuro en cualquier ámbito de la vida, se abren ante nosotros un sinfín de posibilidades, y no hacer ninguna elección, supone no progresar… en ninguna dirección.


Lectura

Pero también, es importante saber que no todas las decisiones tienen la misma relevancia. Cada decisión requerirá diferente grado de energía –emocional, intelectual…–, muchas decisiones son intrascendentes, y sólo algunas requerirán toda nuestra atención y esfuerzo. Y aquí tenemos la segunda conclusión:

En pocos meses miles de estudiantes pasarán de la secundaria a (Evaluación de Acceso a la Universidad) –también se la ha llamado examen de ingreso a las universidades. A parte de las dificultades que entraña afrontar un examen, en relación a esta prueba, hay una decisión que sí es importante, una decisión a través de la cual se proyecta el desarrollo profesional y el de otros ámbitos de la vida ligados a él.

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Según un reciente informe (2017) del Salón de Orientación Universitaria (Unitour), el 82% de los estudiantes de bachillerato en Madrid, no han decidido qué grado estudiarán. No parece fácil tomar decisiones ¿verdad? Ante decisiones de esta magnitud, es normal que afloren miedos, inseguridades, bloqueos, sentimientos de responsabilidad y emociones que pueden sobrepasarnos. ¿Os imagináis invertir la misma energía para decidir, por ejemplo, si ir de vacaciones a la playa o a la montaña?

Este artículo se ha escrito con 3 objetivos:

Identificar los aspectos psicológicos –pensamientos, emociones y conducta– que dificultan tomar decisiones, cualquier tipo de decisión.

Aprender a ser flexibles y diferenciar el grado de importancia de unas y otras decisiones.

Saber cómo afrontar decisiones importantes y hacerlo del modo más beneficioso.

1. ¿Qué dificultad tomar decisiones?

La primera emoción que suele aparecer cuando nos enfrentamos a una decisión importante es el miedo, el miedo a equivocarnos.

El miedo a tomar una decisión es la expresión de diferentes mecanismos psicológicos, por ejemplo: la intolerancia a las posibles consecuencias negativas de nuestras decisiones, la dificultad para renunciar a las opciones que no elegimos, estilos perfeccionistas y excesivamente autocríticos, con diálogos internos que tienden a enunciarse utilizando “debería” en vez de expresar nuestras decisiones como “me conviene” … En estas tendencias suelen estar muy presentes los auto reproches que van minando nuestra auto confianza y dificultando tomar nuevas decisiones.

La consecuencia de estos estilos, es una importante dificultad para tomar decisiones y para identificar aquellas que son importantes de las que no lo son.

El resultado es el bloqueo o la postergación crónica o procrastinación, en la toma de decisiones. Que hace que, o bien se paralicen decisiones que nos son importantes, pero convendría tomarlas, o bien se precipite la toma de decisiones importantes, en las que se decide con rapidez y casi sin reflexión para evitar la angustia que produce afrontarlas.

2. Una de las principales dificultades al tomar decisiones es el miedo a equivocarnos pensamientos y emociones comunes, en las personas con dificultad en tomar decisiones Pensar que equivocarse en un fracaso irreparable, cuyas consecuencias podrían ser catastróficas e imposibles de modificar, convirtiéndose en un lastre permanente.

Creer que no se está a la altura y en consecuencia no poder soportar la responsabilidad. La percepción de capacidad se despliega mermada, y la valoración de la persona es de devaluación y excesiva autocrítica.

El miedo a verse expuesto ante los demás, que genera una visión de los otros como amenazas, y produce una elevada ansiedad anticipatoria frente a su juicio, que se predice negativo y devaluador.

Percepción de pérdida de control, que obliga a la persona a revisar recurrentemente cada paso que le ha llevado a decantarse por una alternativa. El elevado malestar, incluso la angustia y la ansiedad que produce, genera una necesidad compulsiva de confirmación anticipada de cada paso que se da.

Hay 4 pensamientos que comparten las personas que tienen grandes dificultades para tomar decisiones

Estos pensamientos y emociones pueden generar diferentes respuestas, o una combinación de ellas en distintas etapas del proceso:

- Un exceso de minuciosidad y perfeccionismo, tratando de anticiparse a todas las consecuencias, variables o posibles contingencias, hasta el extremo de hacer imposible la empresa de tomar una decisión. - Postergar o procrastinar.

- Delegar las decisiones a otras personas creando relaciones poco saludables, de estilo dependiente o codependiente, que limitan el aprendizaje personal y por tanto la autonomía.

- Caer en la indolencia y el abandono, como respuesta evitativa frente al malestar que supone tomar decisiones.

En este caso las decisiones se toman de forma impulsiva, bien por rechazo o bien por indefensión. ¿Qué es tomar decisiones correctas?

“No existen decisiones correctas o incorrectas, sino más o menos adecuadas a los objetivos, el contexto y las circunstancias en las que se toman”.

Es muy importante ser conscientes de que una decisión siempre se verá afectada por factores que pueden escapar a nuestro control. Eso significa que debemos responsabilizarnos de aquello que podemos controlar.

En una toma de decisiones, podemos centrarnos, por ejemplo, en identificar de un modo realista nuestros objetivos y motivaciones, y nuestras capacidades y recursos. A partir de ahí, las cosas podrían no salir como esperábamos; en ese caso es importante no considerar un fracaso nuestra decisión, porque: Tenemos derecho a equivocarnos.

No sabemos aún si a medio o largo plazo este nuevo escenario será mejor o peor de lo que habíamos previsto. Podemos poner a nuestro favor este inesperado escenario generado a partir de nuestra decisión.

En cualquiera de los casos si hemos realizado un buen proceso en la toma de decisiones, sea cual sea el resultado, siempre supondrá un aprendizaje que nos ayudará a mejorar nuestra capacidad para seguir tomando futuras decisiones y avanzar hacia nuestras metas.

Escucha ahora la explicación del profesor

Muchachos tomar decisiones es un proceso inherente al ser humano. En él participan nuestros pensamientos y emociones, también nuestras experiencias, nuestra biografía vital… al igual que cuestiones culturales: educación, roles y estereotipos, creencias… Lo importante es saber que no hay una decisión “infalible” o “perfecta” y que al igual que otras habilidades, podemos entrenar nuestra capacidad para tomar decisiones, haciendo que cada vez sean más adecuadas o coherentes con nuestros objetivos y aspiraciones.

El tomar decisiones correctas en la vida hace que la persona madure, genera carácter, tenga crecimiento personal y experiencia de vida para ello debemos tener:

Autoconfianza. Ser conscientes del abanico de destrezas que tenemos para afrontar las consecuencias de nuestras decisiones. Aunque sucediera algo inesperado por esta decisión, puedo afrontarlo, tengo recursos y capacidad para hacerlo. Incluso podría volver a empezar de nuevo.

Autoestima: La propia valoración es muy importante para proyectarnos como personas competentes a la hora de tomar decisiones. Tengo experiencia y conocimiento en este tema. Si alguien puede elegir lo más adecuado a mi situación, ese soy yo.

Identificar, aceptar y manejar nuestras emociones son habilidades que nos permiten valorar de un modo realista las diferentes alternativas y las consecuencias de una elección. Tiendo a asustarme cuando tomo decisiones, pero no significa que no sea una decisión adecuada, o que algo vaya a salir mal. Se pasará pronto, es normal estar activado.

Los estilos de pensamiento son esenciales tanto para procesar las experiencias previas a las decisiones, como para afrontar sus consecuencias. No tengo que esperar que esta elección sea 100% buena o mala, creo que es suficientemente adecuada como para seguir adelante. Esperaré a ver el resultado y actuaré entonces.

Actividades de Refuerzo

https://www.youtube.com/watch?v=pc2gZd2ePjE PLAN 12 - Misión 6 - Toma de decisiones

Responde a las preguntas en grupo:

1. ¿Qué es la toma de decisiones?

2. ¿Crees que la toma de decisiones influye en la vida personal?

3. ¿Cuándo la toma de decisiones debe ser de manera inmediata?

4. ¿Cómo enfrentar los estereotipos de tus amigos?

5. ¿Cuál es tu pasión en la tu vida?

6. ¿Cuándo podemos decir que las decisiones son buenas o malas en la vida de las personas?

7. ¿Crees que cada día se toman decisiones?

8. ¿Qué es elegir y decidir?

Resumen

Puedes considerar estos 5 pasos a seguir en el momento de tomar decisiones: Define el tipo de decisión. La descripción debe ser lo más concreta posible. Recuerda que tomamos decisiones a diario, unas son más importantes y necesitan más tiempo y análisis que otras.

Haz una lista con las alternativas. Se realista en este paso, pero aun no entres a hacer juicios de valor sobre la viabilidad o las amenazas de estas alternativas.

Establece los criterios para evaluar las alternativas. En este proceso es importante tener en cuenta: la repercusión de la decisión, las emociones predominantes, la viabilidad de llevar a cabo el plan de acción y finalmente la objetividad de la decisión. Con ello valora las alternativas de 0 a 10 en función de dichos criterios, o de otros que consideres pertinentes.

Identifica la o las alternativas relevantes. Enfócate en aquella o aquellas alternativas que han obtenido una puntuación más alta. Si son más de una, piensa si sería viable combinarlas en tu decisión. Si necesitas elegir una única, vuelve a definir un criterio (o varios) y puntúa de nuevo para que quede una única alternativa con mayor puntuación.

Ejecuta y verifica los resultados. Elabora un plan de acción, sobre cuándo y cómo pondrás en marcha tu decisión, y plantea el tiempo que va a requerir llevarla a cabo. Tras la toma de decisión conviene dejar pasar un tiempo para percibir el grado de satisfacción. Si cambia esta impresión, identifica el motivo, ajusta y repite el proceso.

Actividad para la casa

En casa pregúntale a tu papá y mamá ¿Cuál es la decisión más importante que tuvieron que tomar en su vida?

En tu proyecto de vida, dimensión educativa laboral ¿Cuál es la decisión que estás pensando tomar para tu futuro? ¿Qué carrera estudiarás?

¿Cuál es tu sueño o aquello que te apasiona hacer?